Brújula Digital|15|06|24|
El dirigente político y empresario Samuel Doria Medina señaló que la “justicia boliviana es corresponsable de la crisis” social y económica que vive el país.
En su discurso pronunciado ante el Congreso Internacional de Derecho que se realizó en Sucre y al que asisten especialistas que debaten la necesidad de independencia judicial, habló del estado de “despotismo judicial” en que se encuentra el país.
“La justicia es corresponsable de la crisis, porque no ofrece ninguna seguridad de que actuará con imparcialidad y tiende a extorsionar a los litigantes. Frente a esto, los inversionistas prefieren desviar su capital al consumo o llevarlo a otro lugar. Con la llegada del presidente de Paraguay nos enteramos de que 1.000 empresarios bolivianos están en el vecino país, que lo han preferido en lugar de ampliar sus proyectos aquí”, expresó.
Quienes arriesgan su dinero, expresó, “no pueden aceptar una justicia tan impredecible como la boliviana, en la que no manda la ley sino los más sinvergüenzas y los que tienen contactos políticos”, señaló.
En su discurso puso como ejemplo lo que se hizo en contra suya en dos juicios de parte del Estado. Recordó que se recurrió nada menos que a un fallo constitucional para alterar el resultado de un arbitraje privado.
“El Tribunal Constitucional se ha convertido en una instancia de juzgamiento, y no solo en la última etapa del juicio, sino que se mete en los procedimientos de los juicios mientras estos se van desarrollando”, expresó.
Si hubiera un genuino deseo de justicia, dijo el Tribunal Constitucional se abstendría de opinar sobre los juicios en primera instancia excepto en casos totalmente justificados. “En cambio, este Tribunal se involucra en todo y en nada; y eso ha deformado completamente los procedimientos”, señaló.
También comentó como otra muestra del “despotismo judicial” que no exista prescripción para ninguna acusación, o que, como le pasó a él, se haya desconocido una sentencia favorable por pretextos formalistas como la forma en que se hizo la notificación.
“Si a una empresa importante le hacen eso, imaginemos qué sufrirá el ciudadano común que no puede contratar abogados”, planteó.
BD/RED