“Me parece muy sonado y nombrado el poder popular. Eso significa: el pueblo decide, gobierna a través de asambleas, gobierna a través de sus organizaciones, a través de sus formas sindicales, etc.”, afirmó el analista Marcelo Silva.
El vicepresidente Choquehuanca y el presidente Arce en el congreso de El Alto. Foto: APG
Brújula Digital|05|05|24|
En la inauguración del congreso del Movimiento Al Socialismo (MAS), con organizaciones sociales afines al oficialismo y funcionarios públicos, el presidente Luis Arce anunció el viernes que “debemos caminar hacia la construcción del poder popular” en un “congreso refundacional”. Un analista considera que este discurso proviene del marxismo clásico que fue adoptado por gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
“Me parece muy sonado y nombrado el poder popular como una concepción del viejo marxismo revolucionario que además estuvo ligado a la lógica castristas. Eso significa: el pueblo decide, gobierna a través de asambleas, gobierna a través de sus organizaciones, a través de sus formas sindicales, etc.”, afirmó el analista político Marcelo Silva a Brújula Digital.
Para el experto, más allá del discurso, estas formas tropezaron con la realidad política y los procesos de “oligarquización” que tuvieron las agrupaciones políticas. “Los partidos y los Gobiernos no fueron manejados por los sectores, sino manejados por burocracias o gerencias políticas que tomaron las decisiones mucho más allá del llamado poder popular. Sin embargo, no deja de ser llamativo, bajo la influencia de modelos como el de Venezuela, Nicaragua y Cuba que se mencione exactamente el discurso similar”, afirmó.
El presidente Arce dijo el viernes: “No negamos el pasado y los logros, pero viendo todo lo que hemos hecho, conociendo nuestras raíces, debemos caminar hacia adelante en la construcción del poder popular, del pueblo en el poder para generar el país que siempre hemos querido”.
Para Silva, el discurso del “poder popular”, tiene esquemas de dominación caudillistas, oligárquicos y cupulares que adoptaron partidarios en Nicaragua, Venezuela, Cuba e indudablemente están sostenidos por el discurso del poder popular: el que tiene el poder es el pueblo. “Pero en los hechos, eso no es real, quien tiene el poder son esos pequeños grupículos que sostienen las estructuras gubernamentales”, aclaró.
De partido a instrumento político
Luis Arce, en su discurso, aseguró que el congreso, que prevé concluir este domingo, le permitirá a las organizaciones sociales recuperar el “instrumento político”. “Van a volver al seno mismo como cuando el hijo vuelve con sus padres. Eso es trascendental para un instrumento político fuerte y que la derecha se está regocijando y que no van a pasar, que Bolivia y el pueblo vencerá”, afirmó.
Sobre el particular, Silva advirtió que el propósito del congreso arcista es obtener el control del partido y la personería jurídica a través de la “idílica” sensación de que son los movimientos sociales, populares los que tienen la dirección del mismo.
“Note que se evitó de usar la palabra partido y se puso mucho énfasis en instrumento; llegando a la vieja lógica de izquierda en el sentido de que los partidos políticos no deben ser más que instrumentos de las organizaciones sociales para establecer procesos de cambio y el camino para que estos sectores asuman el control absoluto del poder político”, dijo.
Además, prosiguió, las autoridades nacionales asumen el “gran compromiso político” y de que ahora el Gobierno estará al servicio, mediante el instrumento, de las necesidades y lineamientos de los sectores populares. “El sentido de que (las organizaciones sociales) tomen las decisiones o simplemente estamos presenciando un cambio de esquema dirigencial del partido. Entran los arcistas y salen los evistas”.
Cambio de estatutos del MAS
En el congreso arcista se anunció este sábado modificar el estatuto orgánico del MAS. “Nuestro estatuto orgánico va a ser revisado en este congreso (…) en todo congreso se hace la revisión de nuestros estatutos para modernizar, para que esté a disposición de la sociedad en su conjunto, porque nada está labrado en piedra”, esbozó este sábado el ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño.
En conferencia de prensa, explicó que la anunciada refundación del Instrumento Político quiere decir que se terminaron las hegemonías, el culto a una determinada persona y que los jóvenes tengan la oportunidad de manejar el MAS-IPSP.
“Se terminaron las hegemonías, se terminó el culto a una persona, ahora los jóvenes van a tener la oportunidad de manejar nuestro Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos, y aquí hay una verdad que nadie quiere decir y es que desde que hemos fundado el MAS, el partido lo ha dirigido el compañero Evo y eso está mal. Es decir, ha estado contraviniendo al mismo estatuto del MAS-IPSP y nunca ha dado oportunidad a otras generaciones”.
La modificación a la que hace referencia Montaño es de 2021 cuando Arce ya ejercía la Presidencia de Bolivia. Ese año los evistas modificaron varios artículos entre ellos el numeral 2 del artículo 64 que dice que para ser candidato a Presidente y Vicepresidente del MAS se requiere “contar con 10 años de antigüedad y una trayectoria política intachable como militante del MAS-IPSP”.
“El ala evista en un ampliado extraordinario modificó los estatutos del MAS cuando no se debería hacer, es decir, que nos dejaron afuera a muchos de los militantes que hicimos que se trabaje políticamente en los distintos departamentos. Todos estos aspectos se van a revisar en este congreso”, dijo Montaño.
El congreso arcista, que empezó el viernes y prevé concluir este domingo, tiene la observación del personal del Servicio Intercultural de Fortalecimiento Democrático (Sifde) del Tribunal Supremo Electoral (TSE), por “instrucción” judicial, pero el Órgano Electoral dijo que acude de manera condicional al cumplimiento de requisitos.
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