Analista ve que discurso de complot internacional para “golpe de Estado” puede perjudicar al país

Brújula Digital |15|07|21|

La versión que se articula desde el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS), sobre un “complot internacional” para concretar un “golpe de Estado” en 2019, puede perjudicar la política internacional de Bolivia, debido a “falacias y hechos no comprobados”, en el caso de la dotación de municiones por parte de Argentina, advirtió este jueves el analista Franco Gamboa.

En los últimos días, el Gobierno y representantes del MAS criticaron el accionar del expresidente argentino Mauricio Macri, quien, según la denuncia, envió municiones al país en noviembre de 2019, las mismas que habrían sido utilizadas para las “masacres de Sacaba y Senkata”, donde fallecieron una treintena de personas.

Este hecho fue denunciado por el canciller Rogelio Mayta, con base en una carta que había sido enviada por el general Gonzalo Terceros, excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), al entonces embajador argentino Normando Álvarez, en la que le agradecía la colaboración con municiones “letales”. Sin embargo, esa postura fue rechazada por Terceros y Álvarez, quienes indicaron que no conocieron esa misiva. El actual embajador de Argentina, Ariel Basteiro, también aclaró que la munición que llegó de su país era “no letal”, en contradicción a lo afirmado por el Canciller.

“La estrategia y los argumentos (del Gobierno) han encontrado una serie de obstáculos e incluso falacias. El tema de la relación con Argentina, las mentiras que ha contado el Canciller o el propio excomandante Terceros, esa dinámica de falacias y hechos no comprobados, obviamente en el contexto internacional van a perjudicar, porque otros países y otras representaciones diplomáticas no van a dar credibilidad inmediatamente a las primeras afirmaciones o testimonios, sino al contexto más global, donde hay, por el momento, una serie de contradicciones, tanto en la participación de Ecuador o Argentina, como si hubiera habido un complot internacional que no ha sido”, sostuvo Gamboa.

El analista señaló que fue posible que en Bolivia haya habido un golpe de Estado, por las condiciones políticas que derivaron en la crisis de noviembre de 2019, después de que el MAS fue acusado de cometer un fraude electoral en los comicios de octubre de ese año. “Pero de ahí a armar una especie de complot internacional, ha sido un exceso poco meditado por los arranques de ira y totalmente emocionales, en desconocimiento de las estrategias diplomáticas y de profesionales en las relaciones internacionales, lo que puede perjudicar en el mediano plazo”, acotó.

Otra de las últimas actuaciones de la diplomacia boliviana respecto al “golpe de Estado” y los hechos de noviembre de 2019 tuvo lugar el miércoles, en la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde el secretario general de ese organismo, Luis Almagro, pidió un minuto de silencio para las víctimas de las "masacres" de Senkata y Sacaba.

Almagro es señalado por Evo Morales y el gobierno de Luis Arce, como uno de los principales gestores del "golpe de Estado" de 2019. Por ese motivo, el embajador de Bolivia ante la OEA y exministro de Justicia, Héctor Arce, manifestó que se trata de una gravísima “impostura” de Almagro.

“Héctor Arce va a actuar conforme a la determinación de su partido (MAS) y el discurso de Evo Morales del ‘golpe’, de eso no hay duda, pero veremos si tiene éxito. Sin embargo, el enfrentamiento también podría perjudicar a los intereses nacionales, en el contexto internacional de la OEA, pero hay que esperar. De todos modos, la visión es clara, de consolidar la idea del golpe en el ámbito internacional”, señaló Gamboa.

En criterio del analista Marcelo Arequipa, el relacionamiento internacional del gobierno de Luis Arce y la imagen de Bolivia tuvo “un antes y un después”, tras la captura del exministro Arturo Murillo en Estados Unidos, acusado de comprar con sobreprecio material antidisturbios. Este hecho, sumado a la ayuda de países vecinos con el equipamiento de material antidisturbios, dieron un elemento positivo al actual gobierno en relación al “golpe de Estado”.

BD/JJC