Rodrigo es el ganador, nos guste o no, y ojalá sea el que destierre al socialismo que hundió este país y salgamos adelante. Bien por él, fue la gran sorpresa.
Brújula Digital|20|08|25|
Julio Linares
Vox populi, vox Dei (La voz del pueblo es la voz de Dios).
Varios analistas, capos en su materia, traducirán lo que pasó el domingo 17 de agosto. Culminadas las elecciones veíamos cómo las fotos de las mesas que no estaban en las capitales mostraban una goleada de PDC en varios lugares que no eran la zona sur de La Paz o Urubó, en Santa Cruz. Algunos me preguntaban ¿quién? ¿qué es PDC?, y lo digo en serio.
Pues el PDC es el binomio conformado por Rodrigo Paz, a quién conocí desde el colegio, pero seguro que él a mí no. No es que me haga el joven, pero Rodrigo me lleva como cinco años de promoción. Era un buen defensor central, recuerdo. Junto a su hermano, Jaime, eran el candado para que no nos metiera goles.
Del otro, del dizque capitán Lara, ni idea. No sé qué hizo para que la gente lo quiera. Recién lo buscaré en las redes sociales para conocerlo. Pero lo felicito, lo que haya hecho, le puede valer una Vicepresidencia.
Vox populi, vox dei.
Ganaron en toda ley y tengo dos criterios:
Primero, la gente ya no quiere al MAS, sólo el 11% de la población. De acuerdo al conteo dal SIREPRE, que ya está en el 95%, Andrónico tiene el 8% de la votación, Del Castillo el 3%. Murió la era del socialismo, la gente quiere otra cosa, eso me pone feliz, muy feliz. Ando al menos 15 años escribiendo en contra de este nefasto régimen, pese a amenazas y a tener cerrado el Estado para mí, obviamente.
Segundo, la gente ya no quiere a los políticos de siempre. Tuto, Samuel y Manfred no pudieron enamorar a la gente que los vio cómo a “los de siempre”; la gente quería sangre nueva y buenos discursos.
No voy a negarlo, me duele que Samuel no esté entre los dos primeros porque trabajé en su propuesta y luché por ella. Además, estaba consciente –personalmente– de que era el mejor candidato, que con él tendríamos un nuevo y mejor país; pero el pueblo no pensaba igual, y el pueblo decidió.
Rodrigo Paz tiene un programa colgado en la página del OEP que tiene 24 páginas y hasta parece hecho con IA. Debe mejorarlo, conseguir un gran equipo técnico porque será el nuevo Presidente de este nuestro país que está al borde del colapso. Que Dios nos proteja.
Que Tuto siga peleando por ser el número uno es ya hasta ridículo. Debe ser un digno perdedor. Las épocas en que el segundo o tercero eran presidentes en el país ya deben pasar.
Sin embargo, ya comenzó la nueva guerra sucia, como la que le hicieron a Samuel estas dos últimas semanas: que es izquierdista, que es socialista, que tiene arreglos con Evo, etcétera, no tienen paz.
Es cierto, aunque no es el candidato que yo hubiera querido, pero hay un claro ganador de las elecciones, hagamos que sea legítimo, que sea fuerte. Samuel, decentemente, cumplió su palabra y dijo que lo apoyaba incondicionalmente porque es el primero, pues hagámoslo todos. Rodrigo es el ganador, nos guste o no, y ojalá sea el que destierre al socialismo que hundió este país y salgamos adelante. Bien por él, fue la gran sorpresa.
¡Felicidades! y ¡que viva Bolivia!
