En esta segunda vuelta necesitamos que la votación para Rodrigo Paz sea contundente. No basta con ganar por poco; el país requiere un gobierno fuerte, con gobernabilidad y apoyo ciudadano para impulsar los cambios que tanto necesitamos.
Brújula Digital|19|08|25|
Enrique Bruno
El domingo, las elecciones presidenciales en Bolivia dejaron una sorpresa inédita: Rodrigo Paz Pereira, hasta hace poco cuarto o quinto en las encuestas, apareció en primer lugar en los resultados rápidos y disputará la segunda vuelta contra Jorge Tuto Quiroga. El mensaje de la ciudadanía es claro: es tiempo de cambio y renovación.
Personalmente quiero ser transparente. Yo nunca he hablado con Rodrigo Paz, no he tenido la oportunidad de reunirme con él ni con su equipo. Con el único que conversé en esta etapa de elecciones a la presidencia fue con el precandidato Jaime Dunn, con quien me reuní y en quien vi una gran expectativa de renovación, aunque lamentablemente se le truncó esa posibilidad.
Sin embargo, desde hace cinco años escucho comentarios de cómo Rodrigo empezó a trabajar con constancia tras las elecciones pasadas, recorriendo el país, escuchando a la gente, y construyendo una propuesta distinta: sin insultos, sin guerra sucia, con visión y respeto.
Ese trabajo silencioso hoy se refleja en un resultado histórico. Su compañero de fórmula, Edman Lara Montaño, reconocido por haber denunciado la corrupción en la Policía, fortalece aún más esa visión de limpieza institucional que tanto necesitamos en la justicia,Policía y todas nuestras instituciones.
El contraste no puede ser mayor. Los viejos actores de siempre llevan más de 40 años en política, cargando con malas decisiones y con el desgaste que se sumó a los 20 años del MAS. A ello se añade la guerra sucia, que en esta campaña alcanzó niveles inaceptables, atacando sin escrúpulos incluso a la familia del adversario. Esa forma de hacer política está agotada. Bolivia quiere algo diferente: una política de respeto, con propuestas y con visión de futuro.
Y ahora, nuevamente, ya empezó otra campaña sucia: quieren manipular a la población asociando a Rodrigo Paz con el MAS. Eso es totalmente falso. No nos dejemos engañar ni caigamos otra vez en esas herramientas perversas de manipulación política que se vienen utilizando.
Hoy, muchos en Santa Cruz, recién están escuchando con atención a Rodrigo y encuentran en sus planteamientos sobre la Aduana, Impuestos, la corrupción en la Policía y en la justicia propuestas concretas y necesarias. Sus discursos, acompañados por Lara Montaño, nos muestran que sí hay un camino distinto, que sí es posible recuperar la institucionalidad y dar esperanza a los jóvenes.
Este artículo no lo escribo por haber recibido alguna instrucción, ni por conveniencia política. Lo escribo desde mi propia lectura, con mi pensar, con amor profundo por Bolivia y por mi tierra, convencido de que tenemos que estar unidos con base en la verdad, la decencia, la honestidad y el respeto; a diferencia de lo que hemos vivido en los últimos años.
En esta segunda vuelta necesitamos que la votación para Rodrigo Paz Pereira sea contundente. No basta con ganar por poco; el país requiere un gobierno fuerte, con gobernabilidad y apoyo ciudadano para poder impulsar los cambios que tanto necesitamos. El mayor enemigo de Bolivia es la corrupción; si no la combatimos frontalmente no podremos salir de la crisis económica ni construir un futuro digno.
La historia nos ofrece esta oportunidad. No la desperdiciemos.