Y si eso ocurre, otra vez viene a la memoria la frase de Oscar Eid Franco, poco antes de entrar a la cárcel: “Jodidos, jodidos estamos todos”
Brújula Digital|16|07|25|
Marina Hoyos
Hace ya varios años, Oscar García Duarte, un entrañable amigo que ya no nos acompaña, escribió un artículo titulado “Evo ad portas” que traducido significa “Evo en la puerta”, parafraseando un antiguo refrán romano que prevenía algo que estaba por acaecer; en el caso boliviano, la llegada de Evo Morales al poder para influenciar la historia boliviana a lo largo de ya 20 años.
Aparentemente, el riesgo de que el masismo, como corriente populista, vuelva a alcanzar el poder a través de Andrónico Rodríguez, de Alianza Popular, es potencialmente factible.
El periodista boliviano Gary Añez realizó un análisis preocupante sobre esta posibilidad. Añez sostiene que, a pesar de las peleas internas del MAS, el piso histórico del socialismo en Bolivia es al menos el 25% del electorado boliviano, que bien podría sumar el 17% del voto flotante, según establecen diferentes encuestas. Con esto, podría llegar a sumar un 42% del total de la votación.
Es un análisis preocupante al que deberíamos sumar otros factores. Por ejemplo, los bajísimos porcentajes de intención de voto para el candidato oficialista Eduardo del Castillo del Movimiento al Socialismo, y para Eva Copa, de Morena. Esto podría facilitar que los votantes leales a las corrientes de izquierda voten finalmente por un único candidato, que vendría a ser justamente Andrónico Rodríguez, sin considerar aún el factor fraude, que siempre está presente en la política boliviana.
Paralelamente, el crecimiento exponencial de Jaime Dunn abría la posibilidad de que pudiera separarse de los tres candidatos de la oposición (Samuel doria Medina, Tuto Quiroga y Manfred Reyes Villa), y con ello se hubiera tenido la esperanza de una oportunidad nítida de unidad en el voto opositor, además de un cambio real para nuestro país.
Así, por lo menos, se puede apreciar en la quinta primaria del Bunker que se le da un 44% a Dunn y en un sondeo de opinión, comentado por la reconocida periodista Amalia Pando, Dunn, en la tercera ronda, sacó una amplísima ventaja ante Samuel Doria Medina. Resultado final 84% para Dunn y 16% para Doria Medina.
Esto daba una clara posibilidad de aglutinar, en última instancia, el voto en una única candidatura de la oposición (vieja y frustrada añoranza en los 20 años de masismo).
Pero ahora no está Jaime Dunn porque fue inhabilitado por el TSE. ¿Las razones? Se expuso la falta de solvencia fiscal como el motivo central para esta inhabilitación, dentro de un proceso sospechoso y maleado que hecha mas dudas que certidumbres sobre la decisión final del TSE en este tema.
Como decíamos. Ya no está Dunn y se mantiene un “triple empate” (un concepto inventado por Oscar Eid Franco en las elecciones presidenciales de Bolivia en 1989) y las diferencias porcentuales de la ultima primaria del Bunker, sobre una muestra de un millón de participantes, no son, por ahora, lo suficientemente amplias como para evitar la dispersión de la votación de la oposición ante la izquierda populista en estos tres candidatos.
De mantenerse este “triple empate”, en las pocas semanas que restan hasta la verificación de las elecciones presidenciales, el próximo 17 de agosto, los tres candidatos señalados probablemente conseguirían votaciones entre el 20 y el 25%. Por supuesto falta ver cómo se reparte la intención de voto de Dunn, pero nada indica hasta ahora que el “triple empate” vaya a romperse de una forma clara que permita por lo menos disputar una segunda vuelta electoral.
Al contrario, hay bastantes elementos para ver que el candidato Andrónico Rodríguez potencialmente podría ser electo presidente de Bolivia en la primera vuelta electoral.
Y si eso ocurre, otra vez viene a la memoria la frase de Oscar Eid Franco, poco antes de entrar a la cárcel: “Jodidos, jodidos estamos todos”
Marina Hoyos Rosas es politóloga.