En una masiva concentración ciudadana, los vecinos de Llallagua, en el norte de Potosí, declararon al expresidente Evo Morales y sus seguidores como “enemigos del pueblo”, tras responsabilizarlos por los bloqueos y enfrentamientos que dejaron un saldo trágico en la zona.
Brújula Digital l13l06l25l
En una masiva concentración ciudadana, los vecinos de Llallagua, en el norte de Potosí, declararon al expresidente Evo Morales y sus seguidores como “enemigos del pueblo”, tras responsabilizarlos por los bloqueos y enfrentamientos que dejaron un saldo trágico en la zona. Esta es la primera de una serie de resoluciones en respuesta a los recientes hechos de violencia vividos en la región.
La población, visiblemente conmocionada, expresó el terror vivido durante las jornadas en las que grupos afines al exmandatario bloquearon el acceso a la localidad, impidiendo el ingreso de víveres y generando caos en el centro urbano. El cabildo condenó estos hechos y exigió justicia, además de sanciones para los responsables de lo que calificaron como “días de terror y secuestro”.
Durante los operativos de desbloqueo, tres efectivos policiales perdieron la vida, decenas de personas resultaron heridas, y otros ciudadanos fueron secuestrados y golpeados por varias horas. Por este motivo, los habitantes declararon “héroes y mártires de Llallagua” a los policías fallecidos, en un acto simbólico de homenaje.
El documento final del cabildo, que incluye más de diez puntos, establece también la exigencia de renuncia del alcalde Adalid Aguilar, su concejo municipal, y el retiro inmediato del Defensor del Pueblo, a quien cuestionan por no haber defendido adecuadamente los derechos de la población durante la crisis.
Otra demanda clave fue la creación de un cuartel militar permanente en Llallagua, con el objetivo de garantizar la seguridad en la región. Además, se instauró el 12 de junio como el “Día de la Dignidad Llallagüeña”, en memoria de la jornada en que policías y militares ingresaron al municipio para restablecer el orden.
Como parte de las medidas de control ciudadano, también se resolvió prohibir el ingreso de vehículos indocumentados, restringir la venta de gasolina en bidones, y convocar a los comerciantes a ofrecer productos a precios justos en solidaridad con la población.
Los asistentes al cabildo coincidieron que Llallagua demostró “valentía y dignidad” al levantarse contra los intereses políticos que afectan la vida de los vecinos. "El pueblo habló, y lo hizo con claridad. No aceptaremos más violencia ni manipulación”, expresó uno de los participantes.
Actualmente, la zona permanece bajo resguardo policial y militar, mientras la población intenta recuperar la normalidad tras días de profunda conmoción social.
BD/RED