“Mi hijo era bueno, responsable. No puedo creer que haya muerto así. Lo mataron sin piedad. Esas personas se mancharon con la sangre de mi hijo. Pido justicia”, clamó su madre del subteniente Carlos Enrique Apata Tola que falleció brutalmente en los enfrentamientos de Llallagua.
Brújula Digital |12|06|25|
“Mi hijo era bueno, responsable. No puedo creer que haya muerto así. Lo mataron sin piedad. Esas personas se mancharon con la sangre de mi hijo. Pido justicia”, clamó su madre del subteniente Carlos Enrique Apata Tola que falleció brutalmente en los enfrentamientos de Llallagua.
Apata Tola, miembro de la promoción 2019 de la Academia Nacional de Policías (Anapol), estaba destinado al Comando Departamental de la Policía de Oruro. Su cuerpo fue hallado en un río con múltiples signos de violencia, luego de haber sido reportado desaparecido tras los operativos de desbloqueo.
El joven oficial es una de las víctimas mortales de los violentos enfrentamientos ocurridos esta semana entre la Policía Boliviana y grupos afines al expresidente Evo Morales. Las protestas, originadas en la presión por su habilitación como candidato, han derivado en escenarios de extrema violencia.
Según el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), cinco personas han muerto en estos conflictos: cuatro policías y un civil. De acuerdo con la Fiscalía General del Estado, las autopsias se están realizando en Oruro, Llallagua y Cochabamba.
Los familiares de los uniformados se movilizaron. En Cochabamba, cientos de personas, muchas vestidas de negro, marcharon por las calles exigiendo al Gobierno declarar Estado de Sitio. En La Paz, un grupo de mujeres protestó en puertas de la Casa Grande del Pueblo, exigiendo una intervención militar en las zonas en conflicto.
“Están matando a nuestros policías, esos narcotraficantes nos están matando y el Gobierno no hace nada”, gritó una manifestante.
El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, confirmó que entre los fallecidos hay un comunario que, según reportes preliminares, habría perdido la vida al manipular un artefacto explosivo. Las autopsias de ley están en curso.
La violencia que enluta a la institución del orden ha encendido las alarmas sobre la seguridad de los efectivos desplegados en operativos de desbloqueo. “¿Cómo van a mandar 200 policías contra dos mil personas?”, cuestionó la madre de Apata.
BD/RED