Brújula Digital|05|03|25|
El Gobierno calificó de “traición” a la renuncia del expresidente Evo Morales a la militancia del Movimiento Al Socialismo (MAS), la misma que fue aceptada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Morales presentó su renuncia al MAS, sigla que se quedó con el sector arcista, con el fin de presentarse como candidato presidencial por el Frente Para la Victoria (FPV), en las elecciones generales previstas para agosto próximo.
“Primero pensar en sus intereses y no así en la esencia que tiene el instrumento político, que son las organizaciones sociales, evidentemente hay una traición no sólo al instrumento político, sino a la esencia de que lo que es el MAS, que son los movimientos sociales, y pensar en el pueblo. Si vas en contra del pueblo, estás traicionando al pueblo y, evidentemente, eso es lo que hemos visto durante este tiempo”, declaró la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón.
La autoridad gubernamental sostuvo que la actitud de Morales data de “hace mucho tiempo, de ser un obstáculo, de una actitud de ir en contra un gobierno legítimamente electo; de generar mentiras, bloqueos con intereses personales, sino ¿cómo explicamos el bloqueo de caminos de 40 días (de 2024) y lo que vivimos hace un año en Oruro y el perjuicio sobre un interés político”.
Legisladores
En criterio de la diputada evista Gladys Quispe, Morales está en su derecho de renuncia, al igual que la militancia, debido a que quienes “detentan” el MAS no los representan.
Añadió que si Morales será candidato presidencial por el FPV no significa que el expresidente tenga que inscribirse en ese partido.
El asambleísta arcista Zacarías Laura dijo que es una “tristeza” que Morales renuncie al MAS, ya que esa acción obedece a una “angurria de poder” sin ideología o los principios que pregonaba.
Por su lado, el diputado evista Héctor Arce sostuvo que la renuncia de Morales se da en cumplimiento de un mandato de las organizaciones sociales.
Arce añadió que el 29 y 30 de marzo se definirá el futuro del instrumento político de Morales, en un congreso a desarrollarse en el trópico de Cochabamba.
BD/JJC