Brújula Digital|01|03|25|
José Luis Bedregal
La inseguridad ciudadana en Bolivia ha ido en aumento en los últimos años, con un preocupante incremento en la presencia de grupos delincuenciales vinculados al sicariato y el fortalecimiento del narcotráfico en diversas regiones del país. La debilidad de las instituciones encargadas de la seguridad y la justicia, ha facilitado el crecimiento de organizaciones criminales vinculadas al tráfico de drogas y a la violencia organizada.
El narcotráfico se ha convertido en un problema estructural, con Bolivia siendo un país clave en la producción y tránsito de cocaína. Esto ha generado un aumento en la violencia, con asesinatos selectivos, ajustes de cuentas y la presencia de grupos armados que operan con impunidad. La falta de control efectivo en las fronteras y la corrupción en instituciones clave han permitido que estas redes criminales expandan su influencia.
Para enfrentar este problema, el empresario Samuel Doria Medina, el expresidente Jorge Quiroga y el rector Vicente Cuellar, del Bloque de Unidad de la oposición, proponen, con matices más o matices menos, un fortalecimiento integral de las fuerzas de seguridad, la depuración de elementos corruptos dentro de la policía y el sistema judicial, y una cooperación más efectiva con organismos internacionales para combatir el crimen organizado.
Además, Doria Medina, en su propuesta “Soluciones para enfrentar la crisis”, propone recuperar la presencia y el control del Estado en las zonas productoras de coca, específicamente en el Chapare, respetando cultivos legales y promoviendo oportunidades económicas para reducir la dependencia de comunidades vulnerables del narcotráfico.
Respecto al medioambiente, la protección del entorno natural es una prioridad en esta visión alternativa de país. La oposición plantea políticas de “cero tolerancia” hacia actividades ilegales que dañen el medio ambiente, como los avasallamientos, los bloqueos y los incendios forestales. Por otro lado, proponen promover el turismo sostenible, conservando los bosques y la biodiversidad, lo que podría generar ingresos significativos y contribuir al desarrollo regional.
Estas propuestas, respaldadas por líderes como Doria Medina, Mesa, Cuellar y el resto de los miembros del bloque, buscan construir un futuro sostenible para los bolivianos con una visión de respeto, sometimiento a las leyes y la construcción de un Estado de Derecho, que no ha sido precisamente la característica dominante en la historia del país, en casi 200 años de existencia.
El Bicentenario se constituye en un evento propicio para un cambio de visión que permita enrumbarnos a la realidad de un país con instituciones sólidas y mucho menos permeables a la corrupción y a la delincuencia.