Iñigo Errejón/EFE
Brújula Digital|25|10|24|
H Parlante / Rafael Archondo
El niño prodigio de la izquierda española va cayendo vertiginosamente en desgracia en las últimas horas. Se acaba de retirar de la vida pública. Es un jubilado de solo 41 años de edad.
Nos referimos a Iñigo Errejón, el ex número 2 de Podemos cuando Pablo Iglesias y él lograron canalizar electoralmente la indignación de miles de españoles, expresada el 15 de mayo de 2011.
En su carta de despedida da a entender que se ha enfermado de estrés y que la persona que es debe abrirse paso para desechar el personaje que terminó siendo.
Lo cierto es que queda poca compasión para Iñigo cuando uno se entera de que practicaba actos moralmente deplorables para un político feminista. Así lo habría reconocido él mismo en las filas de su partido: MAS Madrid. La formación política encara en estos momentos una investigación en su contra, en la que figuran varias denuncias de acoso contra mujeres.
Por lo tanto, habría sido el mismo partido el que tras escuchar su confesión, le advirtió que sería expulsado. En consecuencia, se les adelantó presentando una carta pública opaca, en la que no explica nada y trata de suscitar la solidaridad de los lectores. De acuerdo al texto, casi que la gente debería pedirle perdón por haberle demandado tanto esfuerzo.
Con Errejón se apaga el último rescoldo del movimiento político iniciado en 2011, cuyo nombre terminó siendo Podemos y que, en su momento, a partir de 2014, despertó la ilusión de mucha gente en las dos orillas del Atlántico. Errejón supo separarse a tiempo de Pablo Iglesias y parecía ser el único capaz de portar las ideas que los hicieron tan atractivos hace una década. Ahora él también experimenta el repudio de la sociedad y encarna el fracaso de aquella nueva generación capaz de envejecer a velocidades siderales.
Rafael Archondo es periodista.