Apaza se sometió a un procedimiento abreviado, se declaró culpable de los 12 delitos que pesaban sobre él para recuperar su libertad. “Yo soy la muestra clara de que el país necesita justicia independiente” y a los cocaleros les dijo: “que se vienen días mejores”.
César Apaza dejó la cércel a las 19:22 de este jueves. Foto: APG
Brújula Digital |18|01|24|
Después de un año y cuatro meses, el dirigente cocalero César Apaza dejó la noche de este jueves la cárcel de San Pedro, pidió “justicia independiente” y anunció que se vienen “días mejores” para los cocaleros. Ingresó al penal caminando y dejó el recinto con ayuda de algunos policías que lo llevaron hasta un vehículo particular.
“Yo soy la muestra clara de que el país necesita justicia independiente”, dijo Apaza cuando el reloj marcaba las 19:22 y dejaba San Pedro. Con voz entrecortada y dificultades para caminar, ante la pregunta ¿qué les dice a los cocaleros?, el dirigente cocalero dijo: “Que se vienen días mejores y que Dios ha sido más grande”. Subió a un vehículo particular y fue trasladado al Hospital Arco Iris.
Apaza se sometió a un procedimiento abreviado por la quema del mercado paralelo de la coca, en septiembre de 2022, por el que fue sentenciado a tres años de cárcel. El abogado Jorge Valda afirmó que su persona ni su colega Evelyn Cossío asistieron a la audiencia del procedimiento abreviado y que pese a que se declaró culpable en el caso, aseguró que Apaza “no es culpable de delito alguno”.
“Apaza está muy delicado, al igual que su madre y su hermana, esa situación es lo que ha llevado a tomar esta decisión”, informó la presidenta de la a Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), Lizette Torrez, quien consideró al dirigente un ejemplo de “lucha, fortaleza y lealtad”.
Paola Barriga, abogada defensora de Apaza, informó que su definido “lamentablemente terminó reconociendo delitos que no cometió”, remarcó a tiempo de explicar que debido a ello él fue sentenciado a tres años por al menos 12 delitos, que los cumplirá en libertad condicional.
Agregó que su defendido tendrá que acudir hasta Villazón (frontera con Argentina) para firmar el libro. “Lo más indignante es que Apaza nació y creció en los Yungas, pero tiene que firmar en Villazón, donde reside su mamá”, reportó El Deber.
Entre los delitos de los que
se acusa a Apaza está: incendio, lesiones graves, privación de libertad,
allanamiento de domicilio, lesiones gravísimas, robo agravado, secuestro, quema
de bienes públicos, estragos y otros, que se registraron cuando dos bandos de
cocaleros disputaban por el mercado legal de la coca de Villa El Carmen de La
Paz.
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