Comunidad Ciudadana presentó el pasado 16 de agosto una propuesta económica para enfrentar la crisis y generar la ansiada reactivación. La propuesta hace un recuento del estado actual de la economía y propone una lista de acciones agrupadas en cuatro áreas: reactivación productiva y empleos, reforma fiscal, estabilidad monetaria y cambiaria, e institucionalidad en entidades públicas.
En la presentación en un conocido hotel de La Paz (no los dejan hacer conferencias de prensa en el parlamento), el diputado Miguel Roca empezó haciendo un diagnóstico de la economía y fustigando el modelo del MAS y su desbocado estatismo. Hasta ahí todo bien y completamente de acuerdo. El modelo del MAS no es un modelo económico. Para Arce Catacora y sus amigos, hacer economía consiste en gastar a manos llenas para engordar la demanda agregada. Preocuparse por la oferta, es decir, por la producción privada, que al final del día es la que genera riqueza, es de “neoliberales vende patria.” Y claro, gastar fue fácil durante 14 años en los que llovían divisas gracias al superciclo de materias primas. Ahora que los precios internacionales han caído, el gasto del gobierno se genera a punta de déficits fiscales, emisión y pérdida de reservas. No se necesitan muchos expertos para saber que por ese camino la cosa va a acabar muy mal.
Aunque parecía que CC tenía el diagnóstico correcto, su propuesta terminó siendo, a mi juicio, un verdadero desacierto. El estatismo y el excesivo gasto son el problema. La solución, por tanto, es reducir el Estado, su influencia en la economía y ahorrar. Desafortunadamente, la propuesta de CC está a años luz de esos objetivos. Por cuestiones de espacio déjenme comentar las acciones que CC propone dentro de la primera área de su plan: reactivación productiva y empleos.
Lo primero que CC propone, coincidiendo con el MAS, es la devolución de los aportes a las AFPs y que esta sea “sin exclusiones.” Esto es un error. Lo hemos dicho antes, la devolución de aportes es tremendamente peligrosa. ¿Cómo propone CC enfrentar en unos años a todos los que recibieron la devolución para financiar consumo presente y se quedaron sin jubilación ni seguro médico en la vejez? ¿Serán capaces de enfrentar a los viejitos y decirles: te gastaste la plata así que te toca apretarte el cinturón? En absoluto. De hecho, CC propone que, al menos la fracción solidaria de las jubilaciones, no desaparezca y no sea condicionada a la devolución de los aportes. ¿De donde saldrá la plata entonces? ¿Volveremos al sistema quebrado de reparto?
¿Han pensado, por otra parte, en el efecto de las devoluciones en el sistema financiero? El 60% de los ahorros están invertidos en DPFs. Otro tanto está invertido en bonos de empresas. ¿Qué pasará cuando las AFPs saquen esos ahorros del sistema? Porque no seamos ingenuos. A esta primera ronda de devoluciones le seguirán otras ya que la gente las seguirá demandando. Así paso en Chile y Perú. En suma, aunque el diagnóstico decía que hay que ahorrar y no gastar, esta propuesta hace exactamente lo contrario.
Lo segundo que propone CC es una “ley de inclusión financiera” que literalmente sugiere que los bancos no solo enfrenten diferimientos en el repago de los créditos que otorgaron, sino que además no puedan cobrar los intereses que les corresponde. La lógica absurda de esta ley es que “todos debemos perder equitativamente.” ¿Habrá algo más populista que ese planteamiento? ¿Se da cuenta el diputado Roca que, si los bancos no cobran los créditos ni sus intereses, entonces no podrán devolver los ahorros y pagar el prometido interés a los ahorristas? La lógica inmoral de que si a unos les va mal entonces les tiene que ir mal a todos es deplorable.
CC propone además una “ley de reactivación económica” en la que se establezca un fondo de garantías con plata del Estado (es decir con nuestros impuestos) para garantizar los créditos que tome el sector productivo de la banca. Bajo esta ley, las empresas podrían ir a los bancos y prestarse plata con el respaldo del gobierno. Si la idea es mala y la empresa no funciona, no pasa nada, el gobierno, con nuestra plata, devolvería el préstamo. ¿Entiende CC el tremendo problema de incentivos que esto supone (moral hazard)? La gente pone el esfuerzo por asegurarse de que las cosas funcionen cuando asumen el riesgo de que no lo hagan. Pero si ese riesgo lo paga otro, ¿para que esforzarse? ¿Cuánta plata se botará al tacho cada vez que una empresa no pueda pagar un crédito? ¿No que el problema era el estatismo? ¿Por qué en vez de sacar al gobierno de la ecuación lo seguimos haciendo un actor central de las decisiones económicas?
Otra propuesta es aumentar el fideicomiso para municipios y gobernaciones de Bs. 2.000 millones a Bs. 3.000 millones. Y otra vez la burra al trigo. ¿No que el problema era el estatismo y el excesivo gasto? ¿Por qué sacar más plata de impuestos para aumentar el fideicomiso y dársela a los gobiernos, en este caso, locales?
Una más. CC propone que el impuesto a las transacciones financieras pase a las gobernaciones. ¿Se da cuenta? En lugar de proponer eliminar ese impuesto y devolverle la plata al ciudadano, la gran idea de CC es que otro nivel del gobierno lo maneje: pasar la plata del bolsillo izquierdo al derecho.
En suma, nada nuevo bajo el sol. No hay nada en la propuesta de CC sobre eliminar impuestos permanentemente, reducir el aparato estatal, reducir el número de ministerios y la burocracia, reducir las regulaciones laborales, eliminar los cupos de exportación, o reducir o eliminar aranceles. No hay ninguna intención de quitarle al Estado, y devolverle al individuo, la responsabilidad del desarrollo. Le dan palo al MAS por el estatismo y el excesivo gasto, pero, al final del día, proponen más de lo mismo. ¿Hay algún político en el país que de verdad y seriamente piense distinto al MAS?
Antonio Saravia es PhD en economía (Twitter: @tufisaravia)