Justicia ¿para todos?

Brújula Digital |13|07|21|

Suena la frase entre políticos en ascenso, autoridades ya elegidas y personas en general de “justicia para todos”, con la idea de impartición ecuánime de dar a cada uno lo que le corresponde. Concepto Aristotélico que apenas resume lo que realmente significa justicia dado al inmenso espectro filosófico, jurídico y natural que conlleva por detrás. Sin embargo, este precepto tan valioso de un tiempo a esta parte se ha convertido mas que en un ideal en una mercancía que se rifa en manos de los que están arriba, para someter a los que van abajo o en sentido contrario.

Fenómeno que ya es normal en nuestra región donde en realidad Themis ahora sometida obedece al partido de turno que se sirve como instrumento de guerra y descarte de figuras que van en contra de su lineamiento. Así tenemos que los tiempos de la dictadura a balazos han acabado, ahora las armas son las leyes, que se modifican y usan a conveniencia de los que toman el poder, de los procesos donde la cárcel es la muerte civil y el Estado de derecho se ve amenazado con su misma esencia y naturaleza que sirve a la voluntad de los que están perpetuados en los edificios públicos. Así tenemos que cuando suben los verdes, persiguen a los amarillos y cuando se acabo la cuerda los amarillos  (daltonismo intencional para evitar susceptibilidades) estos pretenden someter a sus anteriores verdugos, en una revanchismo al calor de quien mas puede,  perdiendo finalmente el legitimo interés y objetivo del órgano judicial, envileciendo a su mejor postor al derecho y las normas que rigen nuestra sociedad.  

Esta practica se conoce en el mundo jurídico como lawfare o política judicializada que se empleaba inicialmente en tiempos electorales y que ha evolucionado con el tiempo hasta llegar a una instrumentalización permanente de órganos judiciales para la persecución de objetivos específicos, de ello se tiene que el proceso contra determinado fulanito que estuvo en la función publica en determinado momento y es del otro bando, termine en 5 meses mientras que el asesinado, la violada y el estafado además de enfrentar su crisis como victimas se enfrentan a los operadores de justicia por años, no llegando a nada y perdiendo la poca fe que  se tiene en nuestro sistema.  Pero ese manoseo no solo es al momento de procesar a alguien, si no también al momento de escoger a los que servirán de justicieros, de vengadores;  de ello tenemos que quien hoy es Juez, por haber cumplido con su misión mañana es vocal y así consecutivamente los premios están en la cancha mientras sus servicios beneficien al color de la corriente que sigue, existiendo incluso una pugna propia de alimañas entre quienes se baten los puestos de magistrados o autoridades, llegando a atracarse bajamente entre ellos mismos para lograr subir lo mas arriba que se pueda o tener el mayor poder posible.

Lo que definitivamente no corresponde a la realidad es afirmar que esta justicia es para todos, es para los que les toco su rodaja, su turno y su puesto, para quien es amigo del amigo y no para el que se pone otra casaca.

Justicia ¿para todos?, digamos mejor: “justicia de algunos… para otros.”

Dr. Juan Carlos Camacho