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Mundo | 06/04/2020

Los estadounidenses empiezan “la semana más dura y triste de sus vidas”

Los estadounidenses empiezan “la semana más dura y triste de sus vidas”

Una persona camina por una ciudad de Nueva York desértica.

Washington DC

Mario Cañipa Vargas, para Brújula Digital

Con una exhortación de los médicos que están a cargo de la lucha contra el coronavirus en su país y un llamado de su presidente, Donald Trump, a prepararse para soportar uno de los golpes más duros que esta enfermedad les asesta desde que apareció aquí hace tres meses, los estadounidenses empiezan a vivir una semana que promete ser la más dura y triste en décadas.

Jerome Adams, responsable de la salud pública de EEUU (llamado aquí “cirujano general”), ha pedido a los norteamericanos prepararse para “la semana más dura y triste de sus vidas”, que ocasionará un dolor sólo comparable –en sus palabras– al sufrido aquí durante el ataque a Pearl Harbor o a las torres gemelas de Nueva York en 2011.

Adams explicó que durante los próximos días, varios de las localidades en los que el coronavirus ha tenido un alto impacto alcanzarán los picos más altos en número de contagios y de decesos, lo que evidenciará una vez más la carencia de insumos, equipos y personal médico para combatir a la enfermedad. “Todo esto no va a estar tan localizado; va a suceder por todo el país”, dijo.

Poco antes, el jefe médico del equipo de respuesta de la Casa Blanca al coronavirus, Anthony Fauci, destacó el esfuerzo que realizan las autoridades y los médicos de todo el país para controlar la propagación de la enfermedad. “No, no diré que lo tenemos bajo control; nos está costando mucho controlarlo”, señaló.

De acuerdo a la Universidad Johns Hopkins, Estados Unidos alcanzó ya un total de 362.000 contagiados con coronavirus y 10.700 fallecidos, en una dramática evidencia de la rapidez con la que esta enfermedad se expande en este país, que desde hace varios días dobla el número de casos de España, que tiene 135.032 infectados, y cuadruplica el de China, que registra 82.665.

Los expertos advierten que Estados Unidos aún no ha alcanzado el pico más alto de contagios y muertes por el coronavirus, aunque señalan que, por separado, algunas de las regiones más golpeadas por este mal, como el estado de Nueva York, que vive momentos dramáticos en su lucha contra esta enfermedad, están próximos a hacerlo.

“Estamos muy cerca del pico de contagios o es posible que ese pico sea una especie de meseta y que ya estamos en ella”, dijo el domingo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, mientras las muertes por coronavirus en ese estado, que se multiplicaron repentinamente en los últimos días, se contaban ya en 4.150, casi la mitad de todo el país.

El presidente Donald Trump ha celebrado la aparente estabilización de los casos de contagio en Nueva York, que hasta el lunes sobrepasaban los 123.000, y en general se ha mostrado más optimista que la mayoría de los expertos al sostener que “estamos empezando a ver una luz al final del túnel”, seguido de la advertencia de que aún se vivirán momentos difíciles en su país.

Los gobernadores de la mayoría de los estados y los alcaldes de centenares de ciudades estadounidenses, que no comparten el optimismo del presidente Trump, reclaman severamente a su gobierno por el suministro de respiradores, que no alcanzan en ninguna parte, y por la dotación de insumos mínimos para atender la demanda de contagiados, como indumentaria básica para el personal médico.

Las fábricas de automóviles como la General Motors, que ha empezado a producir respiradores por instrucción del presidente Trump, aún no logran satisfacer ni una mínima parte de la demanda que crece día a día en este país y estiman que su nueva producción empezará a salir recién en unas tres semanas, cuando tal vez sea muy tarde.



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