La arena encontrada en la superficie de Marte puede usarse para construir en el espacio, según científicos de Dublín

Brújula Digital|Agencias|04|10|24|

Científicos de Dublín han descubierto que la arena de la superficie de Marte y la Luna puede transformarse en ladrillos sólidos, útiles para construir futuros asentamientos espaciales. 

Investigadores del Trinity College de Dublín han desarrollado una técnica que permite unir regolito —una mezcla de rocas, arena y polvo— utilizando bajas temperaturas y poca energía, según la BBC.

Estos bloques, creados con nanotubos de carbono, tienen una densidad relativamente baja, pero su resistencia es similar a la del granito, lo que los convierte en materiales adecuados para construir estructuras fuera de la Tierra. 

El profesor Jonathan Coleman, líder del estudio, indicó que este avance podría reducir la cantidad de materiales de construcción que se necesitaría transportar desde la Tierra para establecer bases lunares. Dado el elevado costo de transporte, es esencial aprovechar al máximo los recursos disponibles en el espacio.

Los bloques hechos con regolito y nanotubos de carbono podrían disminuir considerablemente la necesidad de transportar materiales de construcción al espacio. Además, como son conductores eléctricos, también pueden actuar como sensores para detectar problemas estructurales en las edificaciones extraterrestres. Esto es crucial para mantener el aire dentro de las estructuras y prevenir fallos en los bloques, afirma la BBC.

Coleman señaló que construir una base semipermanente en Marte o la Luna requerirá usar materiales locales y minimizar el transporte desde la Tierra, lo que implica aprovechar al máximo el regolito y el agua, con algunos aditivos fabricados en la Tierra.

Los investigadores creen que este descubrimiento también podría ser útil para la industria de la construcción en la Tierra, utilizando un material similar llamado grafeno. 

Al mezclar grafeno con el cemento en el hormigón, se podría aumentar su resistencia hasta un 40%, lo que reduciría la cantidad necesaria para construir. Dado que la fabricación de hormigón es responsable del 8% de las emisiones globales de CO2, este avance ayudaría a disminuir el impacto ambiental del sector.

BD/MS