El misterio de la nueva variante del COVID-19 encontrado en Reino Unido

Madrid |24|12|2020|

Ibrahim Rifi / Especial para Brújula Digital

El Reino Unido, al igual que resto de los países de Europa, ha vuelto a endurecer las políticas de restricción de la vida pública debido a una nueva cepa de COVID-19 detectada recientemente, que tiene una capacidad de transmisión de hasta un 70% más en comparación con la mundialmente conocida en su formato estándar. Pese a que esta nueva variante se transmite con mucha más velocidad, aún no se conoce si los síntomas son más graves o contiene por sí una mayor tasa de mortalidad.

El gobierno británico, liderado por Boris Johnson, ha comunicado que el 62% de los nuevos contagios registrados es por esta nueva variante y que actualmente es la dominante.

No es la primera vez que se detecta en el mundo una variante del COVID-19.  El pasado mes se conoció que el gobierno de Dinamarca había ordenado sacrificar y enterrar a millones de visones tras detectar una nueva variante del virus que se había extendido entre los animales y se traspasó a humanos. La variante detectada tenía 4 nuevas mutaciones, algunas de ellas en la parte más importante del virus lo que le aumentaba su capacidad de infectar.

El Primer Ministro Boris Johnson ha asegurado que las nuevas restricciones anunciadas de cara a estas próximas navidades responden a la detección de esta nueva variante y a la rapidez en la transmisión de la enfermedad. Según el equipo de científicos del gobierno británico, hay 17 mutaciones vinculadas en el código genético del virus que parecen hacer que esta nueva cepa descubierta sea más infecciosa, ya que los cambios en la superficie del virus permiten la introducción en las células con más facilidad.

Según Paul Hunter, profesor de la Escuela de Medicina en la Universidad de East Anglia: “Para mí, estos informes sobre la transmisibilidad de la nueva variante son aún más preocupantes de lo que había previsto. Es sólo cuestión de tiempo que esta variante se convierta en la dominante en Europa y el resto del mundo, y no se parece a nada que hayamos visto en la pandemia”.

Por su parte, Simon Clarke, profesor de microbiología en la Universidad de Reading, sentenció que “todavía no hay evidencia de que el nuevo virus sea más o menos peligroso en términos de su capacidad para causar enfermedades. Lamentablemente, tendremos que esperar y ver si las hospitalizaciones y las muertes aumentan o disminuyen para averiguarlo”.