Dos hombres de unos 30 años fueron detenidos como sospechosos del robo de joyas en el Louvre, valoradas en 88 millones de euros. El robo ocurrió en siete minutos por un comando de cuatro ladrones
Brújula Digital|EFE|26|10|25|
Dos hombres fueron detenidos en las últimas horas como sospechosos del espectacular robo de joyas perpetrado en el Louvre el 19 de octubre pasado, uno de ellos cuando trataba de abandonar el país por el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle y el otro en un barrio de las afueras de París.
Los arrestos ocurrieron el sábado; los dos hombres permanecen bajo custodia policial. Las joyas robadas hace una semana están valoradas económicamente en 88 millones de euros, aunque su valor patrimonial es incalculable. Estaban expuestas en la denominada Galería de Apolo del museo más visitado del mundo.
La detención que ocurrió en el aeropuerto se dio alrededor de las 22.00 horas del sábado cuando el sospechoso en cuestión trataba de abandonar Francia en dirección presuntamente a Argelia. Esa misma noche ocurrió la otra detención, de la que se filtraron menos detalles.
Los dos fueron trasladados a las instalaciones de la sede de la policía judicial parisina (en el distrito XVII de la capital) y su detención provisional puede prolongarse hasta 96 horas según la normativa francesa.
Ambos hombres, de unos 30 años, estaban en el radar de la policía por antecedentes por robos, según indicó Le Parisien, y supuestamente formarían parte del comando de cuatro personas que ejecutó la sustracción de las joyas de la Galería Apolo del museo más visitado del mundo.
En el marco de la investigación del Louvre, se les acusaría de delitos de robo en banda organizada y asociación ilícita con fines delictivos.
Las joyas robadas hace una semana están valoradas económicamente en 88 millones de euros, aunque su valor patrimonial es incalculable. Estaban expuestas en la denominada Galería de Apolo del museo más visitado del mundo.
Robo cinematográfico
El robo, de estilo cinematográfico, de un conjunto de joyas “de un valor patrimonial e histórico incalculable” en el Museo del Louvre se produjo el domingo 19 de octubre por la mañana y se llevó a cabo en apenas siete minutos un comando de cuatro ladrones “profesionales”, pero que perdieron una parte del botín en su huida.
Ese es el relato ofrecido por los ministros franceses del Interior, Laurent Núñez, y de Cultura, Rachida Dati, que acudieron poco después de los hechos al que es el museo con más visitantes del mundo, 8,7 millones el pasado año.
La fiscal de París, Laure Beccuau, responsable de la investigación, explicó que todo ocurrió a las 09.30 de la mañana hora local, cuando el comando llegó por el flanco sur del museo, el que da al río Sena, en dos motos y en un camión con un montacargas como los que se utilizan en las mudanzas.
Así subieron al primer piso y más en concreto a la galería Apolo, en la que entraron dos de ellos después de haber hecho una brecha en el cristal de una ventana con unos discos de corte que también utilizaron para fracturar dos vitrinas, una conocida como la de los diamantes y otra con joyas del Segundo Imperio.
Joyas de la colección Napoleón
Los ladrones se llevaron una diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia; un collar del conjunto de zafiro de las mismas reinas; un pendiente de ese mismo conjunto; un collar de esmeraldas de la reina María Luisa; un par de pendientes de esmeralda de María Luisa; un broche; una diadema de la emperatriz Eugenia; y un broche de la misma emperatriz.
En su huida perdieron la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, la esposa española del emperador Napoleón III (1852-1870), la cual resultó dañada.
Es una corona que lleva 1.354 diamantes y 56 esmeraldas creada para la emperatriz con ocasión de la Exposición Universal de 1855, que tras el cambio de régimen a la III República, en 1870, fue vendida en 1885 por el Estado francés como una forma de liquidar su pasado monárquico y sólo volvió a su propiedad algo más de un siglo después gracias a una donación.
Las sustraídas son joyas que tienen “un valor patrimonial e histórico incalculable”, destacó Núñez, que quiso mostrarse confiado en que “muy rápidamente” se pueda encontrar a los autores “y sobre todo los bienes robados”.
Su colega de Cultura hizo hincapié en que fueron “profesionales” que actuaron sin violencia, por lo que no hubo heridos, y también en que la evacuación de los visitantes del museo por parte de los empleados se llevó a cabo igualmente con “profesionalidad”.
BD/RPU