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Mundo | 29/09/2025   20:09

Conozca los puntos esenciales del plan de paz de EEUU para Gaza

El plan de paz de la Casa Blanca para Gaza propone el fin inmediato de la devastadora guerra entre Israel y Hamás, que ha asolado al enclave costero durante casi dos años, y excluye de manera explícita al grupo militante palestino de cualquier papel en el futuro gobierno del territorio.

Protestas ciudadanas. Foto: EFE
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Brújula Digital|Agencias|29|09|25|

El plan de paz de la Casa Blanca para Gaza propone el fin inmediato de la devastadora guerra entre Israel y Hamás, que ha asolado al enclave costero durante casi dos años, y excluye de manera explícita al grupo militante palestino de cualquier papel en el futuro gobierno del territorio.

Si ambas partes aceptan una lista detallada de condiciones, el cese de hostilidades irá acompañado de la liberación de todos los rehenes israelíes, vivos y muertos, “dentro de 72 horas” tras la aceptación pública del acuerdo por parte de Israel, recordó el diario británico The Guardian.

A cambio de esa liberación, Israel pondría en libertad a 250 palestinos que cumplen cadena perpetua y a 1.700 palestinos de Gaza detenidos desde el inicio del conflicto, el 7 de octubre de 2023, tras el mortal ataque de Hamás contra Israel. Por cada rehén israelí cuyos restos sean devueltos, Israel entregará los restos de 15 palestinos fallecidos.

El plan se da en medio de una masacre que NNUU ha calificado como “genocidio palestino” por parte de Israel. Han sido asesinadas 65.000 personas en Gaza, de los cuales dos tercios son mujeres y niños. La relatora de NNUU para Gaza, Francesca Albanese, los muertos en realidad ascienden a 65.000 personas, con más de la mitad de ellos siendo niños.

El plan no exige un retiro total de las tropas israelíes antes de la liberación de los rehenes. Más bien, las fuerzas se replegarían hasta una línea acordada dentro de Gaza para preparar el proceso. Todas las operaciones militares, incluidos los bombardeos aéreos y de artillería, quedarían suspendidas mientras dure la liberación, y las líneas de combate permanecerían congeladas hasta que “se cumplan las condiciones para la retirada completa y escalonada”.

Una vez liberados todos los rehenes, se concederá amnistía a los miembros de Hamás que acepten la coexistencia pacífica y la entrega de sus armas, dijo el diario The Guardian. Aquellos que deseen abandonar Gaza recibirán un salvoconducto hacia países dispuestos a acogerlos.

El plan de 20 puntos concibe Gaza como “una zona desradicalizada y libre de terrorismo que no represente una amenaza para sus vecinos”. En otro apartado, añade que el territorio será “reconstruido en beneficio del pueblo de Gaza, que ya ha sufrido demasiado”.

De manera crucial –y en oposición a la visión de algunos socios de extrema derecha de la coalición de Netanyahu–, Israel no ocupará ni anexará el territorio, que albergaba 21 asentamientos israelíes antes de su retirada en 2005. Tampoco se forzará a nadie a abandonar Gaza, promete el documento. Quienes quieran salir podrán hacerlo libremente y tendrán derecho a regresar.

Hamás no podrá tener ningún papel, “ni directa ni indirectamente”, en el futuro gobierno del enclave.

En cuanto al futuro inmediato, el plan prevé el envío de “ayuda plena” a Gaza, donde partes del territorio sufren hambruna y muertes regulares por inanición. “La entrada y distribución de ayuda en la Franja de Gaza se llevará a cabo sin interferencias de las dos partes, a través de Naciones Unidas y sus agencias, la Media Luna Roja y otras instituciones internacionales no vinculadas a ninguno de los bandos”, señala el documento.

La reanudación de la asistencia implicará la reapertura del paso fronterizo de Rafah, en el sur de Gaza, que ha sido prácticamente arrasado por Israel.

Con Hamás fuera de escena, la administración de Gaza quedaría en manos de un órgano transitorio en forma de “comité palestino tecnocrático y apolítico”, supervisado por una “Junta de Paz” internacional presidida por Donald Trump. Ese organismo incluiría a otros jefes de Estado y funcionarios internacionales, entre ellos el ex primer ministro británico Tony Blair.

Dicha junta se encargaría de organizar y establecer el marco de financiamiento para la reconstrucción de Gaza, mientras la Autoridad Palestina —entidad política nominalmente responsable de los asuntos palestinos en Cisjordania— pasa por un proceso de reforma.

Un panel de expertos sería convocado para diseñar lo que el documento denomina un “plan económico de desarrollo de Trump” destinado a reconstruir y dinamizar el territorio, que el presidente estadounidense ha descrito en el pasado como una potencial “riviera” con una serie de megaciudades de alta tecnología.

La espinosa cuestión de un futuro Estado palestino, que Netanyahu rechaza con firmeza, aparece recién al final del plan, con la propuesta de establecer un “proceso de diálogo interreligioso” para promover “los valores de la tolerancia y la coexistencia pacífica”.

El objetivo es “tratar de cambiar mentalidades y narrativas de palestinos e israelíes”.

Aun así, la idea de un Estado palestino se plantea solo como una posibilidad vaga. “A medida que avance la reconstrucción de Gaza y se lleve a cabo de buena fe el programa de reforma de la Autoridad Palestina, podrían finalmente darse las condiciones para un camino creíble hacia la autodeterminación y la condición de Estado palestino, que reconocemos como la aspiración del pueblo palestino”, concluye el plan, según el diario.

BD/RPU





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