EFE
Brújula Digital|10|11|24|
Una de las explicaciones sobre la notable victoria del republicano Donald Trump en las elecciones de EEUU se basa en realidad no tanto en su propia fuerza electoral, sino en el descontento de los demócratas, que no salieron a votar en la cantidad de comicios anteriores.
Donald Trump recibió en las elecciones del martes pasado 74,6 millones de votos, prácticamente la misma cantidad que los votos de hace cuatro años (74,2 millones).
La diferencia en el resultado se explica en que la candidata demócrata Kamala Harris obtuvo este año casi 71 millones de sufragios, mientras Joe Biden, el presidente saliente, consiguió 81 millones en las elecciones de 2020.
En porcentaje, Trump recibió 50,5% de los votos, frente a 47,9% de Harris. Otros candidatos obtuvieron 1,6%.
Analistas de EEUU señalan que esa baja se debe al descontento de los demócratas en varios planos, como la marcha de la economía, las indefiniciones sobre el tema de los migrantes y la manera tardía en que fue elegida Harris como candidata, debido a los titubeos de Biden, a quien se le solicitó renunciar a la candidatura desde hace por lo menos un año.
En EEUU, debido al sistema bipartidista, quienes están descontentos con el candidato de su partido tienen pocas opciones y una de ellas es “votar” al no asistir a los comicios, con lo que se termina favoreciendo al otro candidato.
Trump se impuso holgadamente en el denominado Colegio Electoral, el sistema de voto indirecto que se utiliza en EEUU. Allí logró 312 votos contra 226 de Harris, gracias a sus sobresalientes victorias en los siete estados que no votan consistentemente por uno u otro partido.
Así, el republicano ganó en Arizona, Michigan, Pensilvania, Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin y Nevada. En 2020, Biden derrotó a Trump al ganar seis de los siete estados clave.
BD/RPU