Los familiares de personas secuestradas por Hamás el 7 de octubre pasado, que dio origen a la invasión de Gaza por parte de Israel, han iniciado una campaña contra Netanyahu, acusándolo de no resolver la crisis por razones políticas
Las protestas contra Netanyahu han recrudecido en Israel. Archivo/EFE
Brújula Digital|19|05|24|
Diversos dirigentes políticos israelíes aumentaron sus críticas en las últimas horas al primer ministro Benjamin Netanyahu, a quien acusan de prolongar la guerra artificialmente y rechazar un acuerdo de alto el fuego para evitar salir de Gobierno y enfrentar procesos judiciales que casi con seguridad lo hallarían culpable.
Los familiares de personas secuestradas por Hamás el 7 de octubre pasado, que dio origen a la invasión de Gaza por parte de Israel, han iniciado una campaña contra Netanyahu, acusándolo de no resolver la crisis por razones políticas.
El sábado nuevamente miles de manifestantes salieron a las calles exigiendo un alto al fuego y la convocatoria a elecciones, que según las encuestas perdería Netanyahu. En Israel se señala que el primer ministro enfrentaría juicios de responsabilidades por los fallos de seguridad que llevaron al ataque de Hamás, además de numerosos procesos de corrupción que no han avanzado debido a que Netanyahu está en el poder desde hace 28 años, con períodos en los que salió de él.
Las encuestas muestran que Benny Gantz, un centrista político y miembro del “gabinete de guerra” de Israel, probablemente sucedería a Netanyahu si se celebraran elecciones anticipadas, dijeron las agencias AP, Reuters y EFE.
Gantz ha exigido un plan que incluye un alto al fuego, el desarme de Hamás y un gobierno internacional en Gaza. De lo contrario, abandonará el Gobierno israelí, lo que forzará a Netanyahu a depender de grupos de ultra derecha israelí que piden el “retiro voluntario” de los palestinos de Gaza y la generación de asentamientos de familias judías allí. Ha señalado que renunciará al gabinete si hasta el 8 de junio no se acepta su plan.
Sus declaraciones se produjeron después de que otro miembro del “gabinete de guerra”, el ministro de Defensa Yoav Gallant, instara a Netanyahu a declarar públicamente que Israel no tiene planes de asumir el control civil y militar en Gaza una vez que concluyan las operaciones militares.
Netanyahu niega cualquier motivo político para no aceptar un alto al fuego en Gaza y dice que la ofensiva israelí debe continuar hasta que Hamás sea desmantelado y se devuelvan los aproximadamente 100 rehenes retenidos en Gaza y los restos de más de 30 personas.
El primer ministro ha rechazado la propuesta de Gantz y ha señalado que no tiene sentido discutir arreglos posteriores a la guerra mientras Hamás siga luchando porque los militantes han amenazado a cualquiera que coopere con Israel. Ha acusado de Gantz de estar de parte de “los terroristas de Hamás”.
Netanyahu también enfrenta presión de su aliado más cercano, Estados Unidos, que ha proporcionado ayuda militar crucial y cobertura diplomática para la ofensiva, pero que desde hace meses expresa una creciente frustración con la conducta de Israel en la guerra y la crisis humanitaria.
La administración del presidente Joe Biden recientemente detuvo un envío de 3.500 bombas y dijo que Estados Unidos no proporcionaría armas ofensivas para una invasión a gran escala de la ciudad sureña de Rafah en Gaza, citando temores de una catástrofe humanitaria.
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