Israel ha impedido la llegada de ayuda a Gaza, franja a la que rodea su territorio, lo que ha generado una situación de desesperación de entidades internacionales ante la creciente hambruna y propagación de enfermedades.
Foto: EFE
Brújula Digital|Agencias|15|03|24|
Una barcaza cargada de alimentos se dirige hacia Gaza desde la isla mediterránea de Chipre en un nuevo intento de llevar ayuda humanitaria a la franja palestina, ante lo que las NNUU consideran una situación de “hambruna y epidemias inminentes”. Gaza no tiene puertos que puedan aceptar barcos, lo que implicará una dificultad el desembarco de la ayuda de la nave que se acerca.
José Andrés, un afamado chef español que reside en EEUU y que es conocido por sus obras humanitarias, organiza este esfuerzo de ayuda. Aseguró que Israel no les permitió llevar maquinaria, equipos ni bloques de hormigón necesarios para el desembarco, por lo que las organizaciones de ayuda están improvisando con lo que tienen.
“Tenemos equipos trabajando las 24 horas, los siete días de la semana y realmente estamos tratando de construir un muelle de 60 metros de largo que nos permitirá, si las cosas van bien, comenzar a traer ayuda humanitaria en cantidades mayores”, dijo el chef a los medios internacionales.
Israel ha impedido la llegada de ayuda a Gaza, franja a la que rodea su territorio, lo que ha generado una situación de desesperación de entidades internacionales ante la creciente hambruna y propagación de enfermedades.
La carga de la barcaza –aproximadamente 200 toneladas de alimentos, incluyendo lentejas, arroz y carne enlatada– equivale a solo 10 camiones de ayuda, es decir alimento y medicinas para dos días. Si la barcaza logra arrimarse, se espera que lleguen más barcazas.
Según NPR, la principal entrada terrestre para la ayuda a Gaza a través de Egipto tiene 30.000 camiones esperando para entrar, informó Ahmed Naimat, un portavoz del Centro Nacional de Seguridad y Gestión de Crisis de Jordania, pero las autoridades israelíes no han autorizado su ingreso.
Los ataques del Ejército y la aviación israelíes han matado a 30.000 palestinos hasta ahora y destruido su economía. No existe manera de que la población civil pueda conseguir alimentos, asegura las NNUU.
Paralelamente, las Fuerzas Armadas estadounidenses anunciaron que construirán un muelle paralelo al que busca construir José Andrés, pero de mayor tamaño.
“Casi dos millones de palestinos están bajo bombardeo o desplazados, hogares destruidos, vecindarios en ruinas, ciudades arrasadas, familias sin comida, agua, medicinas. Es desgarrador”, dijo el presidente Joe Biden la semana pasada al declarar que Estados Unidos liderará los esfuerzos de ayuda humanitaria.
“(He) ordenando al Ejército estadounidense que lidere una misión de emergencia para establecer un muelle temporal en el Mediterráneo en la costa de Gaza que pueda recibir grandes barcos cargados con alimentos, agua, medicinas y refugios temporales” agregó el Presidente.
Desde el inicio de la guerra en octubre, las restricciones de Israel sobre los alimentos y medicinas que ingresan por tierra han dejado a la mayoría del enclave en riesgo de hambruna y vulnerable a enfermedades, según la ONU.
Israel dice que detiene la ayuda porque necesita asegurarse de que no sirvan para ayudar a ingresar armas a Gaza. Pero el jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que el hambre se está utilizando como un arma de guerra por parte de Israel.
La ayuda que se espera en el barco mencionado ha sido conseguida por World Central Kitchen, la entidad que dirige José Andrés, además de Open Arms, los Emiratos Árabes Unidos y el Gobierno de Chipre.
La semana pasada, ante la cerrazón de Israel de entregar ayuda, varios países, entre otros EEUU, lanzaron ayuda humanitaria desde el aire, pero mucha de ella se destruyó al caer y, en algunos casos, por no abrirse los paracaídas, algunos civiles resultaron muertos.
Cinco meses de intensos bombardeos israelíes más el bloqueo israelí de Gaza desde que Hamas tomó el control allí en 2007 han devastado su infraestructura, incluyendo hospitales, plantas de tratamiento de agua, escuelas y universidades, recordó el portal estadounidense NPR.
Israel destruyó el aeropuerto de Gaza durante un levantamiento palestino que comenzó en 2001 y desde octubre ha dañado aún más lo que quedaba del puerto pesquero de Gaza, agregó NPR. Esa franja, por lo tanto, no tiene comunicación con el exterior.
Laura Lanuza, directora de comunicaciones de Open Arms, informó que les llevó tres semanas lidiar con regulaciones y restricciones de las autoridades israelíes después de que el barco llegó a Chipre.
“Tuvimos un gran desafío frente a nosotros tratando de hacer que esto suceda”, dice.
Lanuza aseguró que cada caja de alimentos fue escaneada individualmente por la Coordinación de Actividades Gubernamentales de Israel en el puerto de Larnaca en Chipre para asegurarse de que no tenía contrabando, antes de ser cargada en la barcaza. Eso hizo que el proceso fuera lentísimo.
BD/RPU