El presidente de EEUU, Joe Biden. Foto: EFE
WASHINGTON
The New York Times|9|2|24|
La investigación sobre el manejo y divulgación de documentos clasificados por parte del presidente Joe Biden, después de ser vicepresidente, concluyó que era un “hombre mayor, bienintencionado, pero con una mala memoria” y “facultades disminuidas debido a la edad avanzada”, afirmaciones tan sorprendentes que provocaron un intento enérgico y emocional de control de daños político por parte de la Casa Blanca en cuestión de horas.
La decisión de no presentar cargos criminales contra Biden por manejo indebido de documentos clasificados debería haber sido una exoneración legal inequívoca. En cambio, fue un desastre político.
Al hablar desde la Sala de Recepciones Diplomáticas de la Casa Blanca, Biden arremetió contra el informe de Robert Hur, el fiscal especial, acusando a los autores del informe de “comentarios irrelevantes” sobre su edad y capacidad mental. “No saben de lo que están hablando”, dijo rotundamente el presidente.
Biden pareció objetar especialmente la afirmación incluida en el informe de que durante las entrevistas con los investigadores del FBI no pudo recordar en qué año murió su hijo Beau.
“¿Cómo se atreve a mencionar eso?”, dijo el presidente, mientras parecía contener las lágrimas. “Cada día de los caídos hacemos un servicio para recordarlo al que asisten amigos y familiares y la gente que lo amaba. No necesito a nadie que me recuerde cuándo falleció”.
La notable aparición del presidente ante los periodistas subrayó el daño político que podría causar el informe de Hur, a pesar de que no se presentaron cargos penales. La discusión sobre la memoria y la edad del presidente se repetía a lo largo del informe de 345 páginas y fue rápidamente aprovechada por los republicanos, entre ellos el probable oponente de Biden en las elecciones de 2024, el expresidente Donald Trump.
“Métodos sensibles”
En el informe, Hur indicó que la memoria del presidente, que en ese entonces tenía 80 años, estaba tan confusa durante las cinco horas de entrevistas a lo largo de dos días, que sería difícil convencer a los jurados de que Biden sabía que su manejo de los documentos fue incorrecto. Hur predijo en el informe que si se presentaban cargos contra el presidente, sus abogados “enfatizarían estas limitaciones en su memoria”.
En parte, debido a la memoria de Biden, Hur se negó a recomendar presentar cargos contra el presidente, por lo que el informe describió la retención deliberada de secretos de seguridad nacional, entre ellos algunos documentos compartidos por el presidente que implicaban “fuentes y métodos de inteligencia sensibles”.
En su propia declaración escrita emitida justo después de que el informe se hiciera público, Biden pareció insinuar una razón por la cual estaba distraído.
“Estaba tan decidido a brindar al fiscal especial lo que necesitaban que seguí adelante con cinco horas de entrevistas en persona durante dos días, el 8 y 9 de octubre del año pasado, incluso a pesar de que Israel acababa de ser atacado el 7 de octubre y yo estaba inmerso en el manejo de una crisis internacional”, escribió. “Simplemente, creía que eso era lo que le debía al pueblo estadounidense”.
En una carta del 5 de febrero, los abogados del presidente, Bob Bauer y Richard Sauber, se mostraron en desacuerdo con la descripción de la memoria del presidente por parte de Hur.
“No es justo que se le pregunte al presidente sobre hechos ocurridos años atrás, presionarlo para que dé sus ‘mejores’ recuerdos y luego reprocharlo por su memoria limitada”, escribieron los abogados. “La incapacidad del presidente para recordar fechas o detalles de eventos que sucedieron hace años no es ni sorprendente ni inusual”.
Las preocupaciones sobre la edad de Biden han sido un tema recurrente de su presidencia en los últimos tres años. Motivados en parte por videos del presidente en el que parece débil o tropezando en público, muchos votantes expresaron preocupación sobre su estado mental y físico mientras busca permanecer en la Casa Blanca hasta cumplidos los 86 años. Biden intentó restarle importancia al tema, insistiendo en que con la edad viene la sabiduría.
En sus declaraciones de la noche del jueves, Biden confundió a los presidentes de México y Egipto, cometiendo exactamente el tipo de error que su personal habría querido que evitara en un momento en que se cuestiona su agudeza mental. Al ser preguntado sobre las encuestas que muestran que los norteamericanos tiene preocupaciones sobre su edad, señaló al reportero y dijo: “Esa es su opinión”.
“Esa no es la opinión de la prensa”, agregó, aunque pareció querer decir que no era la opinión del público. Cuando le preguntaron por qué no debería ceder su lugar y dejar que otra persona de su partido sea el candidato demócrata, dijo: “Porque soy la persona más calificada en este país para ser presidente de Estados Unidos y terminar el trabajo que comencé”.
Los ayudantes de Biden insistieron repetidamente en que, a pesar de cómo a veces se presenta el presidente en público, permanece agudo e incansable cuando está en privado, en discusiones con sus ayudantes o en reuniones con líderes extranjeros.
Pero el informe desafía esas descripciones, no basándose en breves fragmentos de Biden publicados en redes sociales, sino en interacciones de varias horas con el presidente en entornos controlados. Y las descripciones de su memoria fueron más vívidas de lo que se encuentra normalmente en documentos legales como el publicado ayer.
En el informe, Hur escribió que en una conversación grabada en 2017 entre Biden y el “ghost writer” de su libro, Biden tuvo dificultades para “recordar eventos” y “a veces se esforzaba por leer y transmitir sus propias anotaciones en el cuaderno”. Hur dijo que las entrevistas en 2023 con los investigadores fueron aún peores.
La respuesta de los republicanos
El lenguaje duro de Hur podría preparar el terreno para que Trump y sus aliados lancen una nueva ronda de ataques políticos contra Biden por hacer exactamente los mismos tipos de cosas de las que se acusa a Trump. Y probablemente complicará el esfuerzo de meses de Biden y sus asesores para establecer distinciones claras entre las acciones de los dos presidentes.
Pero el daño político más desgarrador probablemente será sobre la edad de Biden, que muchos demócratas veteranos ya creen que es la mayor debilidad del presidente. Algunos dijeron en privado que temían que algo viniera a recordar a los votantes sobre el problema de la edad, incluida la posibilidad de una caída o un tropiezo mental.
Los republicanos comenzaron a usar el informe para atacar a Biden casi de inmediato, a veces yendo mucho más allá de las conclusiones reales del fiscal.
El senador Marco Rubio, republicano de Florida, dijo en redes sociales, falsamente, que “el consejero especial decidió no presentar cargos contra Biden porque creen que tiene demencia relacionada con la edad”.
En cierto modo, el informe del jueves fue lo peor de ambos mundos: una descripción oficial de Biden tras bastidores, sugiriendo que con la edad vienen los tropiezos.
Michael D. Shear