Terminal Sica Sica vuelve a quedar inhabilitado, los otros barcos con combustible ruso no podrán realizar sus descargas

Brújula Digital|03|08|24|

El Terminal Sica Sica, manejado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en el puerto chileno de Arica, fue nuevamente inhabilitado hasta que la empresa estatal realice el mantenimiento establecido en el plan de acciones correctivas.

“Inhabílitase, la operación del Terminal Marítimo Sica Sica, perteneciente a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos Transporte S.A. (…) Permanecerá en esta condición hasta el término de los trabajos indicados en el plan de acciones correctivas y una vez esta Autoridad Marítima realice la inspección correspondiente”, se lee en la resolución firmada por el capitán del Puerto Arica, capitán de corbeta Cristhian León Zabala, el 2 de agosto.

Esto impedirá que los buques Sino Faith, Seaways Galle y Byzantion, con combustible ruso, puedan realizar sus descargas para abastecer el mercado interno.

El Terminal Sica Sica fue inhabilitado desde el 26 de julio debido a problemas en el mantenimiento; sin embargo, hace unos días fue habilitado de forma “temporal y excepcional” para que uno de los cuatro buques con combustible ruso pudiera descargar el carburante.

“Para no desaprovechar las buenas condiciones que hay por el momento, se resolvió habilitar las operaciones al Terminal Sica Sica hasta el arribo de condiciones adversas. Se va a permitir ejecutar una descarga parcial de una de las naves que tiene YPFB a la gira”, dijo hace unos días León Zavala.

El buque que descargó el combustible fue el Zeynep. Lo hizo por medio de la boya que existe mar adentro y la cual conduce el carburante por ductos hasta el Terminal Sica Sica.

El combustible fue trasladado hasta Bolivia y hoy comenzó a ser distribuido a diversas estaciones de servicio.

El director ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, Germán Jiménez, informó que en la noche del viernes 100 camiones cisternas cargados con combustible fueron despachados hasta la planta de Senkata, en El Alto.

BD/JA