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Economía | 29/10/2025   07:16

|ANÁLISIS|Los desafíos de la política comercial exterior de Bolivia: la nueva política arancelaria de EEUU|

Las negociaciones con el país no solo requerirán de un diplomático experto para llevar las relaciones políticas y comerciales, sino de una estrategia acompañada de un grupo de expertos con experiencia diplomática, para no cometer errores.

La Embajada de EEUU en La Paz, Bolivia. Foto Brújula Digital. Archivo.
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Brújula Digital|29|10|25|

Yovanna Soria Galvarro, Luis Fernando Rosales 

La coyuntura histórica comercial global está marcada por la aplicación de una nueva política arancelaria de EEUU. Esta nueva aproximación al comercio internacional está causando muchas dificultades a la mayoría de los países alrededor del mundo y Bolivia no es ajeno a esto. 

El Presidente de EEUU emitió varias Ordenes Ejecutivas Presidenciales (OEP) siendo la 14257 y la 14326 las mas relevantes para Bolivia por sus impactos en nuestras exportaciones.

Por efecto de estas dos OEP, los productos de exportación de Bolivia a EEUU serán incrementados en 15+; es decir 15% “más” el arancel Nación Mas Favorecida (NMF) que ha consolidado EEUU en la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se sitúa entre 1 y 4%, dependiendo del producto.  El arancel NMF es extensible a todos los miembros de la OMC.

El argumento que sustenta las OEPs 14257 y 14326 para la modificación adicional a las tasas arancelarias se basa en dos premisas principales, la primera: Que los países afectados no han abordado los desequilibrios comerciales bilaterales de manera suficiente, y la segunda: Que los países han fallado en alinearse con las políticas de comerciales y de seguridad de Washington. Estas dos OEP entraron en vigor el 2 de abril (OEP 14257) y el 31 de julio (OEP 14326) de 2025. 

Estado de situación con Bolivia

De acuerdo a los datos del INE, en los últimos 20 años –por fijar un periodo de análisis– Bolivia tuvo una balanza comercial positiva con EEUU hasta el año 2017, exceptuando los años 2008 a 2010 (periodo de la crisis financiera mundial). De hecho, el 2014 llegó a tener un saldo comercial bastante favorable de US$ 797.9 millones en 2014. 

Sin embargo, los últimos 8 años, 2018-2025, se tiene un déficit comercial, significativo que bordea los $us 500 Millones en los últimos tres años. Una lectura detenida, en particular los años de superávit indican que –a pesar del déficit actual– hay un potencial exportador importante para los productos bolivianos a EEUU. 

Usualmente los principales productos de exportación de Bolivia a EEUU son aquellos considerados “tradicionales” -materias primas-; por ejemplo, el estaño en bruto que el 2024 exportó $us 75,8 millones y representó el 35% de las exportaciones totales; el óxido de antimonio $us 27.1 millones; volframio (tungsteno) y sus concentrados con un valor de $us 20.8 Millones y desperdicios y desechos de plata que exportó valor de $us 4.7 millones, entre otros. Anualmente las exportaciones con pequeñas excepciones suelen tener tiene la misma configuración.

Por el lado de las exportaciones no tradicionales también se registran importantes números, entre los más importantes están  las nueces del Brasil (castañas) con un valor de $us 39.1 millones, representando aproximadamente el 12.8% de nuestras exportaciones totales y es el segundo producto más importante de exportación de Bolivia; asimismo, la quinua, ganó un lugar importante en nuestro comercio con ese país con $us 31.8 millones, que representó aproximadamente el 10.4% de nuestras exportaciones. 

También exportamos azúcar de caña por $us 7.7 millones –sujeto al régimen de cuotas de eses país–; joyería y metales preciosos por $us 7,3 millones; café sin tostar $us 5.1 millones; madera tropical para parqués $us 4.9 millones; asientos con armazón de madera $us 4,9 millones; cascos sin forma ni acabado $us 3.8 millones; puertas de madera $us 3.7 millones; muebles de madera $us 2 millones; jugos cítricos $us 2 millones; semillas y frutos oleaginosos $us 1.6 millones; semillas de ajonjolí $us 0,92 millones y alrededor de otros 250 productos que exportan cifras menores a ese país. Datos para el 2024. Esto indica que hay un importante potencial de exportación hacia los EEUU. 

Notablemente hasta el año 2020 Bolivia exportaba alrededor de 110 productos (joyería, muebles de madera, oro, azúcar, chocolate, palmito, estaño, boratos, antimonio, entre otros) con arancel cero como beneficiario del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) –una concesión unilateral, no reciproca, sujeta a condicionalidades– que ofrecía EEUU a varios países en desarrollo. Este programa estuvo vigente hasta diciembre de 2020. 

Actualmente el Congreso de EEUU debate una propuesta para restablecer el SGP con retroactividad a 2021 –sujeto a una compleja negociación congresal–.  Esto requerirá que las futuras autoridades nacionales a cargo de la economía y el comercio internacional deberán estar muy atentas para priorizar este tema en la agenda bilateral.

Del 2021 a de abril de 2025, los productos bolivianos pagaban el arancel NMF de entre 2 y 4% que no es lineal sino varía según el producto.  Sin embargo, a partir de agosto de 2025 de acuerdo a la OEP 14236, los productos de Bolivia deberán pagar ya no 4%, ni siquiera el 15%, sino aproximadamente entre el 16% y el 19% de arancel, pues las OEP 14257 y OEP 14326 establece un derecho ad valorem “adicional” sobre prácticamente todas las importaciones de EEUU provenientes de Bolivia. Las OEPs han excluidos algunos productos necesarios para la economía estadounidense y países específicos cuyo análisis requerirá un estudio casuístico. 

Esto significa que todos estos productos deberán regirse a la nueva política arancelaria para ingresar a EEUU con la consiguiente pérdida de competitividad y consecuentemente la probabilidad de perdida de mercado, vis a vis otros países potenciales competidores. 

En este contexto, Bolivia aparece significativamente más perjudicada que Perú, por ejemplo, que siendo afectada solo por la OEP 14257 recibió un 10% -igual que Chile y Colombia- de incremento arancelario, y posiblemente este pueda ser reducido en el contexto del Acuerdo bilateral que tiene con ese país.

Si bien en 2024 las exportaciones bolivianas a EEUU representaron el 3,37% de las exportaciones totales de Bolivia al exterior, para un país con una economía tan pequeña como la boliviana, cuya participación en las exportaciones globales es de 0,05% (datos de la OMC), cada centavo cuenta. 

Es particularmente preocupante el caso de la quinua, por la competencia de países vecinos como Perú y otros alrededor del mundo que ya producen quinua. Las exportaciones de quinua a EEUU son alrededor de US$ 31 millones, de un total de US$ 84.5 millones exportados al mundo. Lo cual representa alrededor del 36% de las exportaciones de Bolivia de este producto. 

Esto puede implicar la pérdida del mercado o una baja significativa en nuestras exportaciones a ese país, con un efecto altamente negativo económico para ciertas regiones. Por supuesto pueden surgir opciones como otros mercados –lo cual no es fácil ni inmediato– o venderle al Perú (como ocurre con la el oro o la quinua, que Perú “recibe” de Bolivia y la reexporta) que tendrá mayores posibilidades de exportar a EEUU bajo las circunstancias actuales, pero está lejos de ser lo deseable para Bolivia.

Similar el caso de la castaña que las exportaciones a EEUU son alrededor de US$ 39.1, que representa el 20% de nuestras exportaciones al mundo (aproximadamente US$ 187 millones). 

El caso de la castaña (nueces del Brasil), tiene un matiz diferente. Los aranceles de EEUU afectan más a duramente a Brasil (segundo exportador del mundo detrás de Bolivia) con un arancel de 50% sobre sus exportaciones, de acuerdo a la información disponible. 

Ese escenario, en principio, podría ser favorable a Bolivia en el mercado del país del norte; sin embargo, podría ser solo coyuntural –algunos meses– y su aprovechamiento estaría sujeto a la capacidad productiva y logística nacional. Los minerales tienen otra dinámica, pues EEUU tiene necesidad de los mismos y se debe hacer un análisis específico del escenario para estos productos (Oro, estaño, wólfram/tungsteno, etc.). En ese sentido, se deberá hacer una evaluación especifica de otros productos como las manufacturas y muebles de madera, joyas de oro, el café, entre otros.

Por dónde ir

Las OEPs dan algunas indicaciones de “por donde ir”, por ejemplo, indica que los aranceles fueron subidos a países con los cuales se tiene un déficit comercial sustantivo. Bolivia tiene un déficit comercial casi crónico desde 2017, que, dadas las circunstancias, se podría convertir en un argumento útil para una eventual negociación.

La “posición país”, influirá también en la decisión de EEUU de revisar el arancel impuesto a todos los países, por ejemplo, la Orden Ejecutiva 14326 indica que EEUU buscará favorecer la rebaja arancelaria a países que se alineen con “…EEUU en cuestiones económicas y de seguridad nacional” y/o tengan acuerdos comerciales con ese país o tengan interés de negociar uno. 

Sin embargo, esto no será sencillo y posiblemente tome tiempo para Bolivia. Además, que, normalmente para un país con una economía tan pequeña como la nuestra, normalmente resulta muy oneroso este tipo de acuerdos, que incluye, estándares laborales, cláusulas de protección de inversiones, cuestiones medioambientales y potencialmente el alineamiento con la política internacional de EEUU, como indica la Orden Ejecutiva. 

Un argumento útil para una potencial negociación con ese país, podría ser el hecho de que Bolivia reduciría unilateralmente sus aranceles como lo predicen los candidatos más votados en sus ofertas electorales –después del cambio de gobierno–, lo cual podría ser parte de una negociación bilateral inicial con EEUU, para buscar una disminución del arancel aplicable a Bolivia. 

Finalmente, a principios de septiembre de 2025, se conoció que un tribunal federal de apelaciones de EEUU dictaminó que la mayoría de los aranceles establecidos por la administración Trump son ilegales. El Presidente dijo que apelará la decisión, pues de otra manera “…este dictamen destruirá los EEUU” . Solo queda esperar el resultado de este proceso, que, en todo caso, no anula el riesgo que esto representa para nuestro país. 

En este contexto, ¿qué puede hacer un país con una economía tan pequeña como la Bolivia? “prudencia”; ese es uno de los principios guías de las relaciones internacionales, en particular en un escenario en que las principales potencias –EEUU en particular– están actuando no con fundamento técnico sino por motivaciones más bien políticas.

Por ello, Bolivia deberá ser extremadamente cautelosa y prudente en su relación con esta potencia, dado que nuestro peso específico en el contexto internacional es bastante limitado, representamos solo el 0.05% del comercio global y nuestra capacidad de acción política está cerca de ese referente numérico.  

Las negociaciones con ese país no solo requerirán un diplomático experto para llevar las relaciones políticas y comerciales, sino una estrategia acompañada de un grupo de profesionales expertos con bastante experiencia diplomática, para no cometer errores, tanto en el tema comercial como en otros temas de la relación bilateral con EEUU.




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