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Economía | 03/10/2025   02:30

|OPINIÓN|Hacia una política nacional del litio: desafíos tecnológicos y ambientales|Rosendo Sanjinés|

El libro de Milenio contiene, asimismo, una propuesta de anteproyecto ley del litio y recursos evaporíticos. Bolivia debe dotarse, a la brevedad posible, de una ley precisa, coherente y eficaz para promover y regular la explotación de las salmueras bolivianas, conjugando eficiencia, sostenibilidad y control de impactos.

Foto ABi. Archivo
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Brújula Digital|03|10|25|

Rosendo Sanjinés 

Recientemente, la Fundación Milenio presentó el libro Bases de una política nacional del litio y salares que destaca la necesidad de lograr una gobernanza del litio con una visión pragmática, alejada de idealismos partidistas y con una serie de medidas para construir un marco normativo e institucional que permita gestionar los salares con eficiencia, atraer inversiones extranjeras, articular la participación de empresas nacionales y extranjeras, impulsar el desarrollo regional y nacional, y garantizar una explotación ambientalmente sostenible.

La nueva estrategia apuesta por la adopción de tecnologías de Extracción Directa de Litio (EDL). Estas tecnologías emergentes se perfilan como una alternativa eficiente y sostenible frente a las limitaciones e inconvenientes del método tradicional de evaporación solar. Con esta visión, hacia el horizonte 2030-2035, se proyecta alcanzar una producción de cerca de 100.000 toneladas anuales de carbonato de litio, con la participación de cuatro a cinco empresas.

Actualmente, la mayoría de las tecnologías EDL aún se encuentran en una “fase de maduración industrial”. Por ello, las proyecciones de volúmenes de producción pueden generar dudas e interrogantes, particularmente en torno a las capacidades efectivas de mitigar desechos industriales y reducir del consumo excesivo de agua fresca, una de las mayores preocupaciones sociales y ambientales en torno a la explotación de litio.

Innovaciones en desarrollo

En los salares argentinos se desarrollan varios proyectos que incorporan tecnologías EDL. Este concepto engloba distintos procesos físico–químicos, como la adsorción iónica, el intercambio iónico, la separación mediante solventes orgánicos y el uso de membranas filtrantes. De estas, la más desarrollada y con aceptación comercial es la extracción por adsorción iónica –técnica que emplea hidróxido de aluminio como material adsorbente–. La segunda tecnología desarrollada es la extracción por intercambio iónico, que emplea óxidos de titanio o manganeso como adsorbente.

En Argentina, dos empresas lideran este camino: Livent, que opera desde 1998, alcanzó en 2024 una producción de más de 40.000 toneladas anuales mediante un sistema híbrido de piscinas de evaporación y EDL. Eramet, por su parte, inició operaciones a comienzos de este año con una capacidad de producción prevista de 24.000 toneladas anuales. Ambas empresas emplean tecnología de adsorción iónica. 

Las tecnologías EDL han demostrado ser capaces de lograr rendimientos de extracción superiores al 80% frente al 40% de los métodos de evaporación. Esta eficiencia reduce a la mitad el volumen de salmuera extraída, evita la pérdida de millones de metros cúbicos de agua por evaporación, disminuye en 50% la generación de subproductos salinos y desechos químicos contaminantes, y optimiza tanto el rendimiento energético como el consumo de agua fresca. Este último aspecto resulta crucial, ya que el mayor impacto negativo sobre las comunidades locales está vinculado a la disponibilidad de agua dulce.

La pérdida de agua de las salmueras por evaporación en la EDL es mínima porque el proceso funciona en circuito cerrado y la salmuera empobrecida en litio, en principio, puede ser devuelta al salar. En cambio, sí se requiere agua dulce para recuperar el litio del material sorbente y en las fases de purificación y producción de carbonato o hidróxido de litio. En cuanto al consumo de agua fresca, los datos reportados por las empresas son dispares: Livent sostiene que en sus operaciones con EDL utiliza 70 m³ de agua dulce por tonelada de producto (70 m³/t) frente a 26 m³/t que demanda el método de evaporación. En contraste, Lake Resources, que trabaja en el salar de Cachi, asegura que su tecnología de intercambio iónico requiere sólo 11 m³/t, un nivel más bajo que el reportado por otras compañías, además de ofrecer ventajas en salmueras con alto contenido de magnesio gracias a su mayor selectividad hacia el litio.

El panorama regional confirma pues que, en el corto plazo, las EDL se aplicarán tanto en procesos directos como en esquemas híbridos. Empresas como Albemarle, SQM y ENAMI en Chile, junto a otras firmas en Argentina, están marcando un punto de inflexión. En 2024, ENAMI realizó pruebas con salmueras de Sales Andinos en ocho laboratorios internacionales, entre ellos Andionics y Eramet (Francia), Rio Tinto (Australia–Reino Unido), Liliac Solutions (EEUU) y Summit Nanotech (Canadá). Los resultados confirmaron que la EDL reduce la huella ambiental y contribuye a mantener el equilibrio hídrico de los salares. Se sabe también que ENAMI eligió a Rio Tinto como socio operador para un proyecto de 75.000 toneladas anuales de carbonato de litio, con una inversión estimada de $us 3.000 millones.

En paralelo, ya se vislumbran nuevas alternativas. La francesa GEOLITH anunció que su tecnología Li-Cap permite recuperar el litio al 90% con alta selectividad y bajo consumo de agua. Este método fue probado en el salar de Coipasa con resultados concluyentes. También destacan proyectos de termodifusión, que buscan obtener hasta un 70% de agua dulce a partir de las salmueras, dejando un 30% de solución concentrada lista para ser procesada por EDL. Este enfoque no solo mejoraría la gestión hídrica, sino que podría abastecer tanto a la industria como a las comunidades cercanas.

Un polo de conocimiento y formación de recursos humanos calificados  

La creación del Comité Nacional del Litio, una Comisión Científica y un Fondo de Desarrollo del Litio y Salares apunta a estructurar un ecosistema científico, tecnológico e industrial; esto es, una red conformada por universidades y centros de investigación, empresas y organismos público–privadas, capaz de aportar soluciones e innovaciones a los complejos retos productivos, sociales y ambientales de la minería del litio.

En ese marco institucional, uno de los retos tecnológicos complejos es el retorno de las salmueras procesadas al salar de Uyuni, lo que requiere de estudios hidrogeológicos exhaustivos. Los salares son ecosistemas de equilibrio frágil, donde los acuíferos de agua dulce y salmuera están separados por zonas intermedias de aguas salobres. Una depresión excesiva en los niveles de agua dulce o salmuera podría provocar mezclas indeseadas, con consecuencias ambientales significativas. 

El libro de Milenio contiene, asimismo, una propuesta de anteproyecto ley del litio y recursos evaporíticos. Bolivia debe dotarse, a la brevedad posible, de una ley precisa, coherente y eficaz para promover y regular la explotación de las salmueras bolivianas, conjugando eficiencia, sostenibilidad y control de impactos. La definición sobre qué tecnologías se adoptarán y bajo qué condiciones –incluyendo la gestión del agua y la reinyección de salmuera– determinarán la velocidad y la calidad del desarrollo del litio en Bolivia. 

Rosendo Sanjinés es PhD en física, coautor del libro Bases de una política nacional del litio y salares de la Fundación Milenio, 2025.



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