El mejor contrato, con Lithium Corporation (40 años, 56% de beneficios para Bolivia), fracasó por modificaciones del Congreso. Durante el gobierno de Morales, se invirtieron más de 1.000 millones de dólares en proyectos fallidos. Ahora, los acuerdos con Rusia y China representan riesgos económicos y ambientales para Bolivia.
Brújula Digital|22|03|25|
Sergio Medinaceli
El Gobierno, en su afán de justificar los contratos de explotación de carbonato de litio con empresas rusas y chinas, está utilizando los medios de comunicación y recursos del Estado para difundir propaganda que distorsiona las acciones de los gobiernos de Hernán Siles Zuazo, Víctor Paz Estensoro y Jaime Paz Zamora entre 1985 y 1992.
Permítanme hablar en primera persona, porque no me lo contaron: yo viví esos momentos cruciales de la historia de Bolivia.
En abril de 1985, el gobierno de Siles Zuazo aprobó la Ley que crea el Complejo Industrial de los Recursos Evaporíticos del Salar de Uyuni (CIRESU) para la explotación de las sales del salar. Esta ley establecía la contratación de una empresa especializada a través de una convocatoria pública internacional.
Durante el gobierno de Víctor Paz Estensoro, se invitó a la empresa norteamericana Lithium Corporation, una de las dos compañías que en ese momento explotaban carbonato de litio en el mundo (la otra era Foote, operando en el Salar de Atacama, Chile). Sin embargo, la falta de una convocatoria pública generó oposición de CIRESU y COMCIPO, lo que impidió la firma del contrato.
En el gobierno de Jaime Paz Zamora, se continuaron las gestiones con Lithium Corporation, pero la fuerte oposición ideológica obstaculizó el proceso. En respuesta, el presidente Paz Zamora declaró:
“Muy a pesar mío, he decidido desestimar la vía directa del contrato e instruyo de inmediato que se convoque a licitación pública internacional para el Salar de Uyuni”.
Siguiendo esta instrucción, se lanzó la convocatoria pública internacional y, finalmente, la empresa Lithium Corporation resultó ganadora. El contrato fue enviado al Congreso de la República para su aprobación como un contrato de riesgo compartido (Joint Venture) para la explotación del salar.
Características del contrato con Lithium Corporation:
-Duración: 40 años.
-Inversión: 86 millones de dólares para la planta de carbonato de litio.
-Producción: Inicio en el sexto año, con una producción total estimada de 411.774 toneladas.
-Área de explotación: 800 km².
-Distribución de beneficios: Bolivia: 56% del Valor Actual Neto. FMC-Lithium: 44% del Valor Actual Neto.
-Beneficios económicos esperados: 1.600 millones de dólares para el departamento de Potosí.
Pese a ser un contrato altamente favorable para Bolivia, el Congreso, después de su firma, aprobó un aumento del IVA del 10% al 13% y modificó algunos artículos del acuerdo, lo que llevó a Lithium Corporation a retirarse del proyecto.
No obstante, instituciones como COMCIPO, el directorio de CIRESU y la brigada parlamentaria de Potosí solicitaron al gobierno de Paz Zamora que intentara renegociar el contrato, debido a la crisis económica que afectaba a Potosí por la caída de los precios internacionales de los minerales y el desempleo en el sector minero.
Históricamente, este contrato fue el mejor que Bolivia pudo haber firmado, especialmente considerando que en aquel entonces el litio se usaba principalmente en cerámica, vidrios, componentes aeroespaciales, pinturas y medicamentos. Apenas una década después, su uso se expandió a la fabricación de baterías, lo que convirtió al litio en un recurso estratégico a nivel mundial. Si el contrato se hubiera concretado, hoy Bolivia sería una pieza clave en el Triángulo del Litio de Sudamérica. En cambio, Lithium Corporation migró a Argentina en 1993.
El fracaso de la “era del litio” del gobierno de Morales
Durante el gobierno de Evo Morales, con Luis Arce Catacora como ministro de Economía, se invirtieron más de 1.000 millones de dólares provenientes de la venta de gas para iniciar la supuesta “era del litio”. Sin embargo, estos recursos se dilapidaron en proyectos fallidos como:
-Piscinas de evaporación defectuosas.
-Plantas de carbonato de litio y cloruro de potasio que no cumplieron sus objetivos.
-Una planta piloto de baterías sin impacto real en la industria.
Para tratar de solucionar este fracaso, el gobierno de Morales aprobó la Ley 928 y el Decreto Supremo 3738, mediante los cuales pretendía entregar el proyecto a la empresa alemana ACI Systems. Curiosamente, Luis Arce no se opuso en su momento a este decreto, y ahora, en un aparente “olvido político”, critica la gestión de Morales, cuando en realidad él fue uno de los principales responsables de este fracaso.
Los contratos actuales: un nuevo riesgo para Bolivia
El gobierno de Luis Arce Catacora ha promovido la explotación del litio bajo la tecnología EDL (Extracción Directa de Litio). Sin embargo, si no se corrigen errores y posibles irregularidades en estos acuerdos, el proyecto no avanzará.
Los contratos firmados con Uranium One Group (Rusia) y China CBC no solo son lesivos para los intereses del Estado, sino que también representan graves riesgos ambientales y económicos, especialmente para Potosí.
Esta es la verdad histórica del litio en Bolivia, no las falacias y tergiversaciones promovidas por el Gobierno.
Sergio Medinaceli Soza fue diputado nacional.