Brújula Digital|05|01|24|
El descontento con el desempeño de las empresas estatales en Bolivia ha alcanzado un nuevo máximo, según revela una encuesta reciente.
Los datos indican que el 77% de los encuestados tiene una percepción negativa sobre estas entidades, un incremento respecto a mediciones anteriores, revela la encuesta “Sensaciones del boliviano 2024” de Ipsos CIESMORI.
La opinión positiva de las empresas estatales se ubicó en el 25%, es decir la cifra más baja en dos años de mediciones.
El estudio, realizado entre julio y septiembre de 2024 con una muestra de 1.800 personas entrevistadas tanto en línea como cara a cara, refleja un panorama de creciente escepticismo hacia las instituciones públicas.
La respuesta coincide con el mal desempeño de las empresas estatales, el 90% de las cuales arroja pérdidas y ofrecen un mal servicio. Una de las más notables en cuanto a críticas de los usuarios es BoA que aparte de ser deficitaria es rechazada por la población debido a su escasa eficiencia.
En contraste con las empresas estatales, las empresas privadas y los bancos mantienen opiniones divididas entre los bolivianos. El 44% tiene una percepción positiva de las privadas, con un 19% de opiniones negativas. Mientras tanto, los bancos alcanzan un 43% de opinión positiva y 40% de negativas.
En el caso de los medios de comunicación, se da un virtual empate: el 43% tiene un criterio positivo y el 41%, uno negativo.
Inflación y economía: otras preocupaciones
Más allá del tema de las empresas estatales, el informe también resalta preocupaciones económicas profundas. El 76% de los bolivianos percibe la inflación como un “riesgo alto” para su bienestar personal, destacando los precios de los alimentos como el principal factor de estrés financiero.
Esta percepción se alinea con una calificación negativa de la situación económica general, considerada mala por el 94% de los encuestados.
El desempleo también se posiciona como una preocupación crítica, con el 81% de los bolivianos anticipando un aumento en las tasas de desocupación para el próximo año. Este dato refuerza la percepción de que el contexto económico actual está lejos de mejorar en el corto plazo.
Optimismo moderado hacia el futuro
A pesar del clima de insatisfacción general, el informe señala que el 65% de los encuestados se mantiene optimista sobre el 2025, confiando en que podría ser un mejor año.
Este optimismo contrasta con el 84% que considera que el 2024 fue un año negativo para el país.
La encuesta subraya la necesidad de cambios significativos en las políticas públicas y en la gestión de las empresas estatales para recuperar la confianza de la ciudadanía y enfrentar los desafíos económicos que afectan a la mayoría de los bolivianos.
BD/RPU