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El presidente Luis Arce inauguró este jueves una planta de transformación de soya en el municipio de San Julián, Santa Cruz, destacando que es un paso clave en su política de industrialización. Durante el acto, Arce se autodenominó como el "presidente industrializador" y aseguró que “la industrialización de país no es cuento”. Sin embargo, productores y expertos del sector expresaron sus reservas.
“Aquí está la planta industrializadora de aceite para San Julián. Este Gobierno entiende a los productores y somos su aliado. Esta es una muestra clara de que la industrialización no es cuento, es posible y es el camino para garantizar que la economía crezca y se desarrolle”, afirmó el mandatario.
Arce destacó que la planta, financiada al 100% con recursos estatales, producirá aceite crudo y refinado, contribuyendo a la seguridad alimentaria y generando empleo. También anunció que parte de la producción se destinará a biocombustibles, reiterando que “la industrialización significa transformar la materia prima para añadirle valor”.
El ministro de Desarrollo Productivo, Néstor Huanca, detalló que la planta procesará 330.000 toneladas de soya anualmente y producirá 67,3 millones de litros de aceite, cubriendo el 76% del consumo nacional.
José Luis Farah, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), advirtió sobre el impacto de esta nueva planta en las industrias privadas ya establecidas. “Es una industria más que entra, ojalá que compita en iguales condiciones que las demás y no juegue un mal rol. Hoy las industrias privadas operan al 55% de su capacidad; con esta planta, esa capacidad de acopio disminuirá. Deberíamos enfocarnos en incentivar la biotecnología para producir más y mejor”, haciendo hincapié en la necesidad de optimizar el uso de la tierra.
Por su parte, el expresidente del Comité Cívico, Branko Marinkovic, fue más crítico, calificando la planta como “una empresa más deficitaria que tiene el Gobierno”. Según él, “es una barbaridad que inviertan millones en una empresa que no va a funcionar. En el país no falta aceite, lo que falta es combustible”, sentenció.
Los comentarios reflejan preocupaciones sobre la viabilidad económica y la prioridad de este tipo de proyectos frente a otras necesidades del país, como el desarrollo de biotecnología y la mejora en la producción agrícola.
BD/RED