Un trabajador dentro de la mina. Foto: FELCC
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En lo que va del año, Bolivia registró 119 fallecimientos relacionados con la minería ilegal o desregulada, según datos oficiales de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Potosí lidera esta trágica estadística con 113 casos, la cifra más alta de los últimos tres años, informó Marco Antonio Dávalos, director de la FELCC en ese departamento.
El impacto no se limita a esta región; también se reportaron víctimas en La Paz y Oruro. Las principales causas incluyen explosiones de dinamita, asfixia por gases tóxicos, derrumbes y caídas desde altura. “Estos eventos son en su mayoría evitables y casi inexistentes en la minería privada, pero son frecuentes en operaciones ilegales”, señaló el experto en seguridad minera José Carrión.
Entre los fallecidos de este año se cuentan dos menores de edad y seis mujeres. Una de las muertes más recientes ocurrió en la Cooperativa Minera 10 de Noviembre, en Potosí, donde un trabajador murió aplastado por un derrumbe mientras verificaba la detonación de dinamita. Otra tragedia, en agosto, involucró a una joven de 21 años, quien cayó 60 metros en una mina operada por la cooperativa Ollerías.
Además, los casos registrados en La Paz y Oruro reflejan la precariedad de estas actividades. En junio, un deslizamiento en el cantón Yani, municipio de Sorata, cobró la vida de dos trabajadores, mientras que en Mapiri, una mujer de 57 años murió al ser aplastada por un derrumbe. En Oruro, un accidente en la mina San José dejó una mujer fallecida mientras realizaba actividades de “juku” (robo de mineral).
Los enfrentamientos
La minería ilegal también se vio marcada por conflictos violentos. En mayo, un enfrentamiento entre las cooperativas auríferas Gran Poder y Primero de Mayo dejó un muerto y dos heridos. En julio, en Yani, Sorata, tres cooperativas mineras protagonizaron un conflicto que resultó en la muerte de dos policías.
Estas actividades, a pesar de su relevancia económica, ignoran la seguridad ocupacional, los derechos de los trabajadores y las normativas ambientales, aportando poco al desarrollo local y nacional. Según expertos, fortalecer la regulación y las medidas de seguridad en la minería es crucial para evitar tragedias futuras y proteger a los trabajadores.
BD/RED