"El Decreto (Supremo 5271) es muy probable que no encuentre empresarios dispuestos a meterse al negocio porque, primero, tienen que eliminar la subvención y después recién abrir el mercado”, indicó Hugo del Granado
Surtidor de la calle 23 de Calacoto. Foto: Brújula Digital
Brújula Digital|14|11|24|
El exvicepresidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Hugo del Granado considera que el DS 5271, que permite la libre importación de combustible, probablemente no atraerá empresarios interesados debido a la actual subvención al combustible.
“El Decreto (Supremo 5271) es muy probable que no encuentre empresarios dispuestos a meterse al negocio porque, primero, tienen que eliminar la subvención y después recién abrir el mercado. Nadie se va a meter a un mercado de esa naturaleza para perder su plata”, indicó Del Granado a Brújula Digital.
La exautoridad sostiene que el Gobierno emitió el decreto para hacer frente a la escasez de divisas haciendo que la importación pueda estar en manos de privados y así también se pueda abastecer del carburante a toda la población.
“O sea, no puede hacer frente a los dos problemas que tiene. Entonces, está viendo de desviar las obligaciones hacia el sector privado”, agregó.
Además, indicó que si bien la libre importación es un avance en la medida en que los privados puedan operar el negocio, hay trabas para que esto suceda.
“Primero, es que todo lo que importe el privado está libre de subvención. Eso quiere decir que aparte del costo de la importación y el costo del combustible en el extranjero, tienen que tener una utilidad adicional para poder obtener ganancias en el negocio. Y eso quiere decir que el precio va a subir”, indicó.
El especialista señala otros problemas: cómo conseguir dólares para importar el combustible y el requisito de que los surtidores que vendan combustible importado deben renunciar a comercializar el combustible subvencionado.
“Obviamente la gente va a buscar lugares donde compre gasolina a menor precio y lo mismo con el diésel. Si que van a querer trabajar con precios del diésel a precios del mercado internacional, obviamente que no va a valer 3,72 bolivianos, Ese va a ser mucho más caro”, aseguró.
El cliente podrá elegir
Por otro lado, el exministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos calificó la medida como "positiva" y destacó que ahora "la gente tendrá la posibilidad de elegir" si quiere combustible subvencionado o no y que con esto reducirán las filas.
“Este decreto es un paso que diremos era necesario, va a alivianar un poco la carga que tenía el Estado para abastecer todo el mercado, creo que las filas cuando se comiencen a agilizar los permisos y lleguen las importaciones, pueden comenzar a alivianarse un poco, y el que quiera pagar más, va a tener que pagar más. Esto le va a dar es un alivio para aquellos agentes privados que quieran pagar un precio más caro, pero no hacer cola.”, afirmó.
Ríos resaltó que lo que la Agencia Nacional de Hidrocarburos no puede hacer es establecer el precio de este combustible de libre importación, pero sí puede tener un precio referencial.
“La ANH no puede fijar el precio de cada importación, tiene que fijar un precio de referencia, como se hace en Uruguay, o se hace en Perú, los centros reguladores fijan un precio de referencia para más o menos conocer cómo están compitiendo las empresas en el mercado. Porque de esto se trata de que haya libre importación y libre competencia en el mercado de importación de productos sin subsidio”, añadió.
Informó que esta decisión del Gobierno se debe a que el país ha llegado a un “límite” en el que el Estado ya no puede importar y abastecer a todo el país.
BD/AGT
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