Protesta de los carpinteros en aluminio en el centro paceño.Foto:APG
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Los carpinteros especializados en aluminio y vidrio; y los bordadores de la calle Los Andes tomaron las calles del centro de la ciudad expresando su profunda preocupación por el incremento desmedido en los precios de los insumos, que en algunos casos alcanzó hasta un 300%. La situación generó un estado de emergencia en ambos sectores, que ya están viendo las graves consecuencias en sus negocios.
Los carpinteros en aluminio y vidrio denunciaron que los importadores elevaron los precios de manera desproporcionada. Por ejemplo, el vidrio de color, que anteriormente costaba 230 bolivianos, ahora tiene un precio de 750 bolivianos, lo que representa un aumento del 300% en solo dos meses. “Este incremento es insostenible. Estamos exigiendo una fiscalización a todas las empresas importadoras de aluminio y vidrio, porque muchos compañeros ya se han quedado sin trabajo”, declaró una de las manifestantes.
La situación también impactó a la población en general, que comenzó a detener sus proyectos de construcción debido a los altos costos. "Muchos han paralizado sus obras, ya no quieren hacer sus ventanas, y mis compañeros están trabajando prácticamente gratis porque los precios se dispararon de un día para otro", añadió el representante.
Ante esta situación, los carpinteros han presentado una carta al Ministerio de Economía, solicitando una convocatoria a diálogo. Han advertido que, de no ser escuchados, sostendrán más movilizaciones y otras medidas depresión.
Por otro lado, los bordadores de la calle Los Andes también se declararon en estado de emergencia. Estos artesanos, conocidos por confeccionar los vistosos trajes que forman parte del Gran Poder, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, han visto cómo los precios de sus materias primas se han incrementado entre un 100% y un 300%. “Es lamentable lo que estamos viviendo. Los señores de la Isac Tamayo están cometiendo estos abusos y no hay nadie que controle esta situación", expresó uno de los bordadores afectados.
Los bordadores han cerrado todas las tiendas en la calle Los Andes en señal de protesta. Señalan que los importadores justifican el aumento de precios con la subida del dólar, aunque el material ya lo tenían almacenado desde hace meses.
La situación crítica de estos sectores evidencia la necesidad urgente de una intervención por parte de las autoridades para frenar los incrementos desmedidos y proteger el sustento de millas de familia.
BD/LE