Hace un mes y medio, la empresa, creada en 1988 para producir helados, incorpora, 36 años después, la producción de tomates y pepinos
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Brújula Digital|13|07|24|
Alissya Guerrero
A una hora y media del centro paceño, en Viliroco, El Alto, a 3.886 metros sobre el nivel del mar, se encuentra “Viveros de Agua Dulce” de Delizia. La empresa, conocida por sus lácteos, ahora cultiva tomates y pepinos sin agroquímicos, que serán comercializados en 20 sucursales del municipio paceño.
“Para mí, el altiplano es el mejor lugar del mundo para poder producir hortalizas orgánicas. No hay un lugar más lindo que el altiplano para eso, pero hay que saberlas manejar, y es manejar invernaderos de este tipo”, afirmó Antonio Saravia responsable de Viveros de Agua Dulce de Delizia.
Hace un mes y medio, la empresa, creada en 1988 para producir helados, incorpora, 36 años después, la producción de tomates y pepinos.
La altura que se encuentra el vivero y tomando en cuenta que estamos en invierno, Delizia con dos invernaderos de tecnología portuguesa, cada uno de mil metros cuadrados apuesta por La Paz y tiene previsto abastecer de estos productos a La Paz durante todo el año.
“El objetivo que tenemos nosotros es tener la misma calidad de tomate durante todo el año para que el consumidor pueda tener seguridad de que el tomate de Delizia está saliendo de nuestras instalaciones y con nuestros sistemas de cultivo”, añadió Saravia.
En estos invernaderos se cultivan en fibra desmenuzada de coco y con aguas subterráneas puras, 13 tipos de tomates y pepino dulce con semillas traídas desde Europa. Además, se planea implementar, más adelante, la venta de frutillas al mercado.
Los pepinos dulces se pueden comer sin pelar y tienen la ventaja de contener muy pocas semillas. En cuanto a los tomates, hay una variedad que incluye tomate pera y tomates Cherry en colores naranja, rojo y amarillo, con sabores que varían entre dulces y normales según las preferencias. Ambos productos, debido a su alta calidad, pueden ser consumidos solos o acompañados.
“Para el próximo cultivo estamos apuntando a 250 toneladas por hectárea, este invernadero que tiene 1.000 metros cuadrados, queremos sacar 25 toneladas de tomate, con eso podemos garantizar el precio para el consumidor”, afirmó.
Saravia resalta que el beneficio de producir sin químicos es la inocuidad alimentaria. Afirmó que no se utilizan pesticidas en el invernadero de Delizia gracias al avanzado sistema del vivero, asegurando que el consumidor final reciba un producto “sano”.
El consumo de tomates y pepinos sin químicos ofrece numerosos beneficios para la salud. Al estar libres de pesticidas y otros agroquímicos, estos vegetales son más seguros y saludables, preservando su valor nutricional y reduciendo el riesgo de exposición a sustancias tóxicas. Además, el sabor natural y la frescura de los tomates y pepinos cultivados orgánicamente son inigualables, proporcionando una experiencia gastronómica más auténtica y nutritiva para el consumidor.
Actualmente la empresa cuenta con 170 sucursales en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Tarija, Potosí y Sucre.
BD/AGT