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Brújula Digital|03|03|24|
Luis Fernando Romero
Al cuarto día de su lanzamiento, el BCB comunicó que sus “bonos en dólares” captaron del público 1,7 millones de dólares, en los que el 94% de este monto corresponde a clientes de los departamentos del eje central del país; los bonos de plazos menores, de entre tres y seis meses, son los más atractivos por sus interesantes rendimientos y menor riesgo de inversión. Si bien existe una relativa aceptación de los bonos en el mercado interno, hasta la fecha no se reportó ninguna compra del mercado externo, donde inclusive no tienen límite de montos; los inversores extranjeros no ven la rentabilidad sino el riesgo de los bonos nacionales, considerando sus calificaciones negativas, como la más reciente de Fitch Ratings (CCC): desde hace tres meses somos la segunda nación con mayor riesgo país del continente.
Haciendo un breve análisis, las mayores entradas y salidas de divisas estatales, según datos del BCB, son las referidas al sector hidrocarburífero y la deuda externa pública. Con datos a septiembre de 2023 se observa que nuestra balanza cambiaria presentó un déficit acumulado de 436,9 millones de dólares. Esto es producto de una menor inversión extranjera, mayores gastos en importación de carburantes y un saldo comercial negativo durante 2023.
¿Son suficiente los 100 millones de dólares captados por los bonos? Las metas de esta medida monetaria son captar el 1% de los 10 mil millones de dólares que están fuera del sistema financiero y que el tipo de cambio paralelo baje. La gestión pasada se importaron carburantes por un valor de 2.682 millones de dólares, casi ocho millones por día; en cuanto al servicio de la deuda externa, en 2023 gastamos 1.491 millones de dólares, alrededor de cuatro millones al día.
Según el PGE de 2024, se tienen presupuestados para el servicio de la deuda externa 1.766 millones de dólares, es decir cinco millones por día. Se estima que este año importemos diésel y gasolina cerca a los 3 mil millones de dólares y que la subvención a los hidrocarburos superará ampliamente los 1.429 millones de dólares, principalmente por la volatibilidad del mercado del petróleo, en un contexto aun inflacionario y de mucha incertidumbre.
Lo que se quiere reflejar es que el Gobierno debe tener la capacidad de generar, o captar, un importante volumen de dólares, mes a mes, para cubrir sus importaciones y su servicio de la deuda externa. Esto no ha sido ni muy viable ni sostenible hace años, pero se agravó desde febrero de 2023mcon un mayor desequilibrio en el mercado del dólar. Tal es su urgencia de salir de esta crisis, que recurrió al sector privado para apoyarse: se plantearon 10 medidas, las cuales se duda que sean totalmente efectivas ya que no atacan el problema de fondo: un gasto publico elevado.
Finalmente, se espera que los dólares captados mediante los bonos sean insertados a la corriente del sistema financiero nacional y que de esta manera lleguen a las manos de público. Sin embargo, hay la desconfianza que los mismos sean utilizados para seguir tapando el déficit fiscal del país, que ya tiene 11 años de duración. El peor error sería no hacerlo, la gente debe recuperar la confianza y tener certidumbre respecto al dólar; esto solo ocurrirá cuando pueda retirar sus ahorros en esta divisa o compre al misma en cualquier banco sin restricción alguna.
Luis Fernando Romero es presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija.