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Brújula Digital|21|02|24|
Fernando Durán
De acuerdo al documento: “Principales Variables del Sistema Financiero – Diciembre 2023”, publicado en la página web de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), las captaciones alcanzaron la cifra de 218.962 millones de bolivianos al 31 de diciembre de 2023.
Las cajas de ahorro representaron el 31,2% (68.404 millones de bolivianos); los depósitos a plazo fijo, 49,1% (107.502 millones); los depósitos a la vista, 17,6% (38.636 millones) y otro tipo de captaciones, 2% (4.419 millones de bolivianos).
En lo que respecta a la cartera de créditos, ésta alcanzó la cifra de 213.726 millones en el mismo periodo; está compuesta por: microcréditos, 31,1% (66.480 millones); créditos de vivienda 26,3% (56.111 millones); créditos empresariales, 21,8% (46.633 millones); créditos PYME, 10,8% (Bs23.096) y créditos de consumo, 10,0% (21.407 millones de bolivianos).
Observándose en ambos casos una relación equilibrada y un crecimiento en el periodo 2005-2023 de seis veces en el caso de los depósitos y de siete veces en el caso de la cartera de créditos.
Sin embargo, lo que llama la atención, tanto en el caso de las captaciones como en el de la cartera de créditos, es que en los departamentos de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz se concentran más del 90% del total de las captaciones y más del 80% de la cartera de créditos. Lo cual explica que cualquier problema en s actividades económicas del eje central influirán negativamente sobre el conjunto del sistema financiero en general (colocaciones, captaciones, mora, etc.).
Cuentas de depósito e inclusión financiera
Otro documento, el “Reporte de Inclusión Financiera-Septiembre de 2023”, también publicado en la página web de ASFI, señala que en 2007 el “número de cuentas de depósito con relación a la población mayor a 18 años de edad” era de 0,5; el 2012, de 1,05 y el año 2023, de 1,96; ese aspecto muestra que los mayores de 18 años cuentan hoy con mayores facilidades de acceso y de conocimientos para la diversificación de sus ahorros.
Este dato de inclusión financiera (en materia de ahorros) puede ser corroborado también con el de “Relación de número de tarjetas de débito/Población Económicamente Activa”; así, por ejemplo, en 2012, dicha relación era de 46,3%; y, a septiembre de 2023, alcanzó a 94,9%. Es decir que hubo mayor cobertura del uso de cajas de ahorro y tarjetas de débito entre la población que tiene una ocupación o que, sin tenerla, la estaba buscando activamente (PEA).
Prestatarios por género
No es un secreto que las entidades financieras recurran a diferentes tecnologías crediticias para minimizar sus riesgos de recuperación por la otorgación de préstamos.
Otorgar dinero a prestatarios “únicos” es un tema que se maneja con prudencia y adecuados niveles de riesgo (ya sea por el tipo de producto de crédito en sí, garantías, posible existencia de vinculaciones familiares, ingresos o de actividades, entre otras, que podrían generar riesgo).
Al respecto, si bien muchas entidades financieras fomentan una mayor participación o inclusión de mujeres en el sistema financiero, en el caso de los “prestatarios únicos”, al 30 de septiembre de 2023 (1.920.999 personas), se observa que la relación de participación por género fue 59% de varones y 41% de mujeres.
La mayor preponderancia de varones, que debe ser analizada a mayor profundidad para conocer qué aspectos (idiosincrasia, independencia económica, riesgos en la toma de decisiones de inversión por género, educación financiera, entre otros) inciden para que aún no se alcance la paridad del 50%.
Oportunidades
Es innegable que las nuevas tecnologías favorecen a la inclusión financiera y a la utilización de servicios financieros. La llamada “banca por internet”, por ejemplo, modernizada y ofrecida por las entidades financieras para hacer frente a los retos de la pandemia de Covid-19, ha cobrado notable importancia en el diario vivir de los consumidores financieros en materia de créditos y captaciones.
La administración de los ahorros personales, la realización de pagos de servicios, transferencias u otro tipo de cumplimiento de obligaciones es fácilmente realizada por los usuarios financieros, mediante la utilización de celulares, billeteras móviles y el empleo de QR; los requisitos básicos para el acceso a estos servicios electrónicos son relativamente sencillos.
En consecuencia, la tendencia de mayores niveles de captaciones y créditos, así como de inclusión financiera, se ven alentadoras (al menos en el corto plazo), debiendo el Estado hacer énfasis en facilitar las posibilidades de accesos tecnológicos y del cumplimiento de programas de educación dirigidas a los consumidores financieros.
Fernando Durán Valenzuela es economista.
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