El ministro de Economía, Marcelo Montenegro. Foto: RRSS
Brújula Digital |18|1|24|
El ministro de Economía, Marcelo Montenegro, aseguró este jueves que con la política de austeridad el país ahorrará 1.100 millones de bolivianos, sin embargo, dos analistas dijeron, por separado, que la medida es demagógica, pues no reducirá en nada el gasto público, y que no representa ni el 1% del Presupuesto General del Estado.
“Nosotros como Gobierno nacional estamos generando un ahorro aproximado de 1.100 millones de bolivianos. En eso considerado este tipo de gastos representa entre el 12 y 15% en estos ítems”, mencionó Montenegro en una entrevista con radio Panamericana.
El martes, el Gobierno instruyó aplicar una política de austeridad en las instituciones públicas para racionalizar y/o reducir gastos en viáticos, publicidad y difusión; además de dejar los servicios de imprenta y priorizar medios electrónicos.
Ante la consulta si ese monto será suficiente para rebajar el déficit fiscal, Montenegro señaló: “para el ahorro estructural está la sustitución de importaciones que va a permitir al país ahorrar divisas, generar producción y que se produzcan los líquidos (combustibles)”.
Según Montenegro ya el año anterior se ha ahorrado 200 millones de dólares con la producción de etanol y para este año se espera que este monto suba a 250 o a 300 millones dólares. “Dentro del plan del Gobierno está nuestra política de sustitución de importaciones y lo que está generando estas plantas, por ejemplo, la planta de biodiesel en Santa Cruz nos va a ahorrar más de 100 millones de dólares; la otra planta que se inaugurará en El Alto nos ahorrará otros 100 millones de dólares”.
El analista Gabriel Espinoza explicó que el recorte de gastos ordenado por el Gobierno no representa ni el 1% del Presupuesto General del Estado por lo que se trata de una medida que no es estructural y que no va al problema de fondo, que es reducir el déficit fiscal.
“El presupuesto general del Estado representa para los bolivianos más de 265 mil millones de bolivianos cada año. Por lo tanto, si se llegaran a cortar los gastos en su totalidad, prácticamente estaríamos por debajo del 1% del total del presupuesto general del Estado, lo cual evidentemente es muy bajo. Este ahorro, entre comillas, es ahorro prácticamente nulo”, dijo Espinoza a Unitel.
El analista y presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero Torrejón, coincidió con Espinoza y dijo que la política que aplicó el Gobierno “está entre buenas intenciones y algo de demagogia” ya que su posición “no reducirá de manera significativa el gasto público estatal”.
“Una política pública que no establece una meta, carece de espíritu o voluntad; se debió haber determinado un monto o un porcentaje de reducción del mismo para este año. Al carecer de una normativa vinculante, como una meta a cumplir por cada entidad pública, se deja prácticamente al libre albedrío la austeridad a aplicarse; más aun considerando que municipios, gobernaciones y universidades se rigen en el marco de sus autonomías”, señaló Romero.
Agregó que para esta gestión, el Presupuesto General del Estado de Gasto Público tiene previsto un monto de 265.558.034.072 bolivianos, lo que son 8,9% más que el año 2023.
De todo ese total, indica Torrejón, que los gastos corrientes representan un 59%, lo que son 155.640 millones de bolivianos y que el 32% de ese monto será destinado a “sueldos y salarios”, y el 43% a “bienes y servicios”; es decir, que ¾ partes de este monto presupuestado serán destinados a dos ítems o partidas de gasto”.
“Una austeridad de este tipo, es una caricia con una pluma a un gigante que es el gasto estatal. Nuestra economía tiene un déficit fiscal sostenido desde el 2014, y se espera que este 2024 sea del -7,80% de nuestro PIB”, dijo el analista.
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