Foto: ABI
Brújula Digital|16|01|24|
Hugo Siles Espada
“El contrabando es contra todos (contra las familias, empresas, gobiernos…)”, señalan los delegados del encuentro de cámaras de comercio e industria sudamericanas “Generando alianzas frente al comercio ilícito” realizado este 10 y 11 de enero en Santiago de Chile, en el cual participó la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia.
El contrabando forma parte de un multinegocio internacional de actividades ilícitas donde están el narcotráfico, el lavado de activos, la trata de personas, el crimen organizado y el tráfico de armas. Atrás quedaron las prácticas aisladas de micro comercio ilícito alejadas de actividades delincuenciales.
En Bolivia el contrabando alcanza a representar un mes del total de la producción (PIB) anual, esto es, más de 3.300 millones de dólares y resta mercado a más de 39 mil industrias y más de 600 mil fuentes de trabajo fabriles.
El peligro latente del contrabando se asemeja al síndrome de los vidrios rotos, es decir, cuando se rompe un vidrio (comercio ilícito) y no se lo repara con el tiempo se romperán otros vidrios (surgirán la delincuencia, crimen, extorsión, etc.). El contrabando si se deja hacer y deja pasar sin ser combatido por autoridades públicas y privadas con el tiempo terminará relacionándose con mayores actividades delincuenciales.
El caso de los Toldos Azules en Santiago de Chile refleja el crecimiento del comercio ilícito con secuelas de extorsión a negocios legalmente constituidos y relación con el incremento de la inseguridad ciudadana y la criminalidad. Similar caso se presenta con los “manteros” en Buenos Aires, donde los comerciantes tienden sus mantas en el piso y venden mercadería al margen de la ley y su vinculación con organizaciones delincuenciales es creciente.
El reciente asesinato de cinco oficiales del ejército de Bolivia en la lucha contra el contrabando en el sur del país y la toma de cárceles con muerte de efectivos en Ecuador por parte de mafias son algunos de los vidrios rotos que están en franco crecimiento y que amenazan la seguridad de nuestros estados en Sudamérica.
El evento internacional concluyó con las siguientes consideraciones.
Se debe:
Visibilizar el comercio ilegal, en especial el contrabando que es promovido por bandas de crimen organizado.
Promover la leal competencia en el comercio exterior, combatiendo toda forma de competencia desleal.
Fomentar el comercio legal, así como la fuente de trabajo formal y segura para miles de personas.
Promover instancias de diálogo y participación en el comercio formal generando espacios de cooperación entre representantes del sector público y privado de cada uno de los países.
Cooperar entre los países en el fomento de buenas prácticas, así como de coordinación regional que permita abordar de mejor manera el comercio ilícito.
Ante un problema internacional, cual es el contrabando, se requiere de coordinación y armonización de las políticas públicas internacionales de lucha contra prácticas delincuenciales e ilegales. Por ejemplo, la armonización de las sanciones penales al contrabando a nivel de Sudamérica.
El contrabando es la punta del iceberg de las organizaciones delincuenciales internacionales.
Hugo Siles es comunicador social y economista.
@brjula.digital.bo