La investigación muestra cómo el Director de Régimen Penitenciario Departamental, promueve abiertamente la venta de artículos producidos por reclusos con pieles de jaguares.
Calavera de jaguar. Foto: World Animal Protection
Brújula Digital |23|06|23|
World Animal Protection, organización internacional sin fines de lucro, revela mediante un video exclusivo, que los reclusos de la cárcel de Mocovi de Trinidad, se beneficiarían del comercio ilegal de vida silvestre mediante la fabricación de "artículos de moda" hechos con pieles y colmillos de jaguares y de otros animales.
En el material se muestra a los reclusos en frente de los guardias de la prisión, vulnerando las mismas leyes que protegen a los grandes felinos y otras especies en peligro de extinción.
La evidencia detalla cómo las pieles de animales salvajes, desde jaguares amenazados, serpientes, caimanes y pecaríes, son suministradas por cazadores y vendedores del mercado local, que transportan las pieles a la prisión donde se les paga a los reclusos para producir bienes como carteras, sombreros, cinturones y bolsos en sus celdas.
Los prisioneros pueden producir hasta dos docenas de artículos en el transcurso de tres o cuatro días, ganando lo suficiente "para el sustento diario", dice un preso en el video. Luego, los vendedores vuelven a comprar los productos terminados a precios negociados por los presos, los transportan fuera de la cárcel y luego los venden en los mercados locales, principalmente a compradores extranjeros.
Billeteras de cuero que se ofrecen en ferias de la cárcel. Foto captura Trinidad Noticias
El video expone un engranaje vital en la intrincada infraestructura
criminal global que facilita el comercio ilegal de vida silvestre amenazada en
Bolivia, un país que busca convertirse en un refugio reconocido para uno de los
grandes felinos más emblemáticos del mundo.
Las imágenes, enviadas a World Animal Protection desde una fuente anónima y cuya autenticidad fue verificada, no muestran evidencia de que los reclusos hayan sido obligados a realizar actividades ilegales, y, de hecho, validan publicaciones recientes en las redes sociales1y un informe de la televisión local en el que el director de la prisión promueve activamente el trabajo de los reclusos y las mercancías ilegales a la venta.
En imágenes adicionales, se confirma que se reciben pedidos a granel de compradores extranjeros, afirmación hecha por presos, corroborada por vendedores del mercado campesino. Los vendedores venden colmillos y piel de jaguar, y productos de cuero de caimán a compradores chinos residentes, quienes emplean a reparadores locales para ayudar con los pedidos, compras y envíos fuera del país.
Bolivia está clasificada como país de tránsito, actuando tanto como una fuente importante y un puente para el comercio ilegal de vida silvestre entre Brasil y Perú, aunque el contrabando de vida silvestre ocurre en todas sus fronteras, que también incluyen Argentina, Chile y Paraguay.
Los bosques del municipio de San Borja, en el norte del departamento de Beni, en Bolivia, se identifican como el lugar privilegiado para los cazadores furtivos que buscan jaguares, que constituyen la mayor parte de la cadena de suministro ilegal de partes del cuerpo a la prisión de Mocovi.
Según la ley boliviana, aquellos atrapados en el comercio ilegal de vida silvestre pueden enfrentar hasta seis años de prisión si son declarados culpables. No se sabe si alguno de los presos involucrados en la producción de los artículos para el mercado cumple una condena por caza furtiva ilegal.
El asesor de Bienestar Animal Global de World Animal Protection, Roberto Vieto dijo: “Los animales amenazados como el jaguar no tienen ninguna posibilidad si las mismas leyes para protegerlos se ignoran descaradamente o no se hacen cumplir, incluso dentro de las cárceles.
“Este trabajo ilegal está alimentando la creciente demanda nacional e internacional de partes de cuerpos de animales, lo que está impulsando la caza furtiva y el tráfico ilegal en toda América Latina y amenaza los esfuerzos de conservación.
“Identificar los procesos y facilitadores complejos y encubiertos ha resultado difícil, hasta ahora. Este video proporciona evidencia vital para que las autoridades bolivianas hagan cumplir sus propias leyes para salvar y proteger la vida silvestre y su reputación internacional”.
Neil D´Cruze, jefe Global de Investigación de Vida SIlvestre de World Nimal Protection dijo: "Las imágenes proporcionan evidencia importante de fallas en la aplicación de la ley y falta de voluntad política en Bolivia, que debe abordarse con urgencia para prevenir la crueldad de la caza furtiva de grandes felinos y proteger el jaguar.
“Pero la ley por sí sola no terminará con el comercio ilegal de vida silvestre. Necesitamos acabar con la demanda de los consumidores en aquellos países que explotan estas especies amenazadas. Necesitamos que la ley funcione junto con la conciencia pública y las campañas de cambio de comportamiento.
“Solo entonces Bolivia y otras naciones latinoamericanas podrán ser defendidas como bastiones seguros para las poblaciones de jaguares salvajes y otros animales amenazados”.
World Animal Protection ha alertado al Ministerio de Medio Ambiente de Bolivia sobre esta evidencia y está pidiendo al gobierno central que implemente una aplicación total de la ley para proteger a toda la vida silvestre, y especialmente a los jaguares amenazados.
BD
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