Estados Unidos tiene un protocolo de seguridad pública que debe ser cumplido sí o sí cuando hay lluvia y existe riesgo de caída de rayos en escenarios abiertos.
Brújula Digital, Premium|20|6|25|
El partido correspondiente a la fase de grupos del Mundial de Clubes entre el Benfica de Portugal y el Auckland City de Nueva Zelanda estuvo paralizado este viernes por más de dos horas debido a lluvia con tormenta eléctrica.
De esa manera subieron a cuatro los encuentros en lo que va del certamen que fueron suspendidos temporalmente por clima adverso en los estadios de Estados Unidos.
Durante la cita las tormentas no dan tregua, lo que ha ocasionado interrupciones que en ese país son habituales.
De acuerdo con el protocolo vigente para eventos deportivos al aire libre se debe suspender cualquier actividad si se detecta riesgo de caída de rayos en un radio de 8 millas (unos 13 kilómetros).
Además, es obligatorio evacuar el campo y las tribunas. Así, tanto jugadores como cuerpo técnico, además de los aficionados, deben trasladarse a zonas techadas o instalaciones cerradas, mientras se espera un mínimo de 30 minutos desde el último trueno o relámpago detectado.
En el caso de que el retraso supere los 45 a 60 minutos, el partido puede ser suspendido definitivamente o reprogramado, ya que recién una vez que la alerta haya desaparecido por completo se autoriza reanudar la actividad.
Sin embargo, debido a la programación diaria en el Mundial, no hay la posibilidad de postergar el partido en cuestión para otro día, por ello hay que esperar que el clima mejore.
En lo que va del inédito torneo de clubes de la FIFA, el juego entre Ulsan HD (Corea del Sur) y Mamelodi Sundowns (Sudáfrica) fue postergado una hora en su inicio.
El partido entre el Pachuca de México y el Salzburgo de Austria estuvo detenido durante más de una hora.
Además, Palmeiras de Brasil y Al Ahly de Egipto tuvieron que pasar por lo mismo.
Los protocolos de seguridad pública en Estados Unidos exigen la suspensión y no admiten decisiones en contrario.
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