The Strongest solo ganó por 1 a 0 al Peñarol uruguayo, que se clasificó a cuartos de final gracias a la goleada lograda una semana antes en su casa. El equipo atigrado no tuvo argumentos ofensivos suficientes como para acercarse al resultado que necesitaba.
Luciano Ursino va detrás de la pelota. The Strongest no pudo. Foto: APG
Brújula Digital, Premium|21|8|24|
The Strongest quedó lejos de la hazaña y fue eliminado en octavos de final de la Copa Libertadores de América. La revancha en La Paz este miércoles le alcanzó apenas para vencer a Peñarol por 1 a 0. El uruguayo, con la goleada (4-0) obtenida una semana antes en Montevideo, estuvo bien resguardado y avanzó a cuartos de final.
El esfuerzo y la actitud en la cancha de los jugadores atigrados fue insuficiente, lo intentaron todo, pero les faltó argumentos futbolísticos como para alcanzar un score que de por sí era muy complicado, y cayeron en un dominio intrascendente bien controlado por el ordenado juego defensivo que impuso la visita.
El Tigre se quedó una vez más sin lograr su sueño de llegar a cuartos de final, donde nunca ha puesto un pie, una instancia a la que Peñarol vuelve a la espera de su rival, que saldrá de la definición, el jueves, entre Bolívar y el brasileño Flamengo.
Algunas chances
Para The Strongest lo ideal en el primer tiempo hubiera sido convertir al menos un par de goles, estuvo cerca. Más allá de la poca claridad que tuvo en ataque, y de las dificultades que le generó la marca de Peñarol, generó algunas oportunidades.
De entrada, la pose del equipo uruguayo fue refugiarse atrás y contragolpear si se le presentaba la oportunidad. No en vano a los 3 minutos tuvo su primera llegada de ese tipo —tal vez la única en el periodo— ganando un tiro libre, cuya definición de Leonardo Fernández la controló el golero local Guillermo Viscarra.
The Strongest puso mucha gente de mitad de cancha para adelante, ameritaba buscar espacios o a ratos tirar de afuera. Lo general fue chocar con el muro defensivo planteado por Peñarol, aunque hubo algunos huecos.
Lo movedizo que estuvo Abdiel Ayarza lo hizo ser el más peligroso de los stronguistas, un remate suyo de media vuelta exigió al arquero Washington Aguerre, quien empezó a ser fundamental por su seguridad.
Después, en la otra muy clara, Ayarza llegó cachetear la pelota en el segundo palo, pero muy débil y la atrapó el cuidapalos después de un centro de Maxi Caire hacia el segundo palo.
El gol esperanzador
No había pasado mucho más en la primera parte y cerca del final parecía que el cero a cero se imponía, aunque llegó una jugada que la percibió el VAR, desde ahí fue llamado el árbitro Cristian Garay para que la revisara.
Al volver dictó penal para The Strongest. Fue por una mano ante un centro en la que incomodó Enrique Triverio. La falta terminó siendo clara.
A los 44 minutos, Triverio se hizo cargo y, con tiro fuerte al centro, mientras el arquero había elegido el lado derecho, puso el 1 a 0.
No era lo mejor, pero tampoco estaba mal para el atigrado irse ganador al descanso.
Con pocas armas
Para la segunda parte Peñarol decidió ser completamente defensivo, se dedicó a cuidar su área y renunció por completo a pasar a la otra mitad de la cancha, eso hizo más difícil el andar ofensivo de The Strongest.
Ante ello el conjunto atigrado tuvo pocas armas y no le sirvieron, no tenía forma de entrar con jugadas hilvanadas y los centros al área buscando algún cabezazo eran su mayor recurso.
Hubo tres acciones, apenas, para contabilizar como ataques reales: un remate de Luciano Ursino, afuera; la más clara, un taco de Bruno Miranda que dio en el palo; y, por último, un centro para la cabeza de Gabriel Satomayor, también desviado.
Al comenzar la adición hubo un disparo de Trivero, que otra vez chocó con la defensa y, tras un tiro de esquina, la definición de él mismo que hizo que la pelota se fuera alta. Hubo un par más de llegadas stronguistas, pero el resultado no se movió más.
Fotos: APG
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