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Cultura | 14/05/2024   12:00

Las “raíces cordobesas” de Miguel de Cervantes

En la imagen, vista de las Reales Escuelas Pías de la Inmaculada Concepción de Córdoba donde se supone que estudió Miguel de Cervantes. EFE

Brújula Digital|EFE|14|05|24|

Ya sea “nacido en Alcalá de Henares” o “natural de Córdoba”, las “raíces cordobesas” del ilustre escritor Miguel de Cervantes son “incuestionables”. No solo de allí son originarios sus ascendientes. También pasó una parte importante de su niñez. En ella aprendió las letras y la picaresca. Las que luego llevó a su obras, donde se esconden múltiples referencias a la ciudad.

El origen de Cervantes los historiadores lo ubican en Alcalá de Henares en 1547 y cuya hipótesis cordobesa cerraron cervantistas reconocidos como el sevillano Rodríguez Marín entre 1914 y 1915. Ahora, el escritor, historiador y académico de Córdoba Manuel García Parody, celebra en un encuentro con EFE en la Posada del Potro después de que se haya puesto el foco de nuevo en los “orígenes cordobeses” del autor de ‘El Quijote’.

En su trabajo “Cervantes y la ciudad de Córdoba”, premiado en los juegos florales de Córdoba en 1914, Rodríguez Marín cerraba su estudio con la siguiente afirmación:

“Quede Alcalá de Henares, como es de justicia, en quieta y pacífica posesión de su legítimo título de madre del escritor incomparable que llena el mundo con su gloriosa fama. Pero sépase desde hoy que si el gran Cervantes fue castellano y alcalaíno por el hecho fortuito y momentáneo del nacer, por toda su ascendencia paterna no fue sino andaluza y cordobesa la sangre que regó aquel nobilísimo corazón y dio robusta vida e ideas luminosas a aquel portentoso cerebro a quien debe la cultura universal joya de tanto precio y tan justamente admirada y famosa como El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha”.

García Parody resalta que aquella controversia y la certificación de la “sangre cordobesa” de Cervantes animaron trabajos. Como los publicados posteriormente por el académico y archivero de Córdoba José de la Torre y del Cerro, entre 1923 y 1925. Más concretamente sobre los “apuntes genealógicos y biográficos” de la familia de Miguel de Cervantes Saavedra “fundamentados en documentos cordobeses”.

Escritos publicados en el boletín de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes, en los que De la Torre, basándose en su “estudio ímprobo” del Archivo de Protocolos Notariales de Córdoba pudo constatar la “evidente ascendencia cordobesa de Cervantes”. Lo fue con la figura relevante de su abuelo Juan de Cervantes, que “fue bachiller en leyes” y ocupó cargos importantes en la administración local de la época.Bold

Disparidad sobre el origen del padre

“Hay disparidad de opiniones sobre si su padre, Rodrigo de Cervantes, nació en Córdoba o no”. Así lo señala García Parody. Aunque sí está acreditado que se trasladó a la ciudad de sus progenitores alrededor del 1553. Fue cuando Miguel de Cervantes tenía solo seis años. Lo hizo para trabajar como “cirujano sangrador” en el Hospital de la Caridad. Estaba ubicado frente la Posada del Potro y hoy museo de Julio Romero de Torres,

En esta línea biográfica, hasta el reconocido cervantista francés Jean Canavaggio afirmaba que Cervantes aprende en Córdoba “a leer y a escribir”, la “picaresca” de la época. También que se “enamora del teatro” al ver en la Posada del Potro las representaciones de “su amigo López de Rueda”. Este era considerado uno de los precursores de la dramaturgia del Siglo de Oro en España y a cuyo entierro asiste Miguel de Cervantes alrededor en 1565. Lo hizo en uno de sus múltiples viajes de regreso por tierras andaluzas como recaudador.

Aunque la formación académica de Cervantes en estos años en Córdoba no está certificada dado el estatus social de su familia paterna, los historiadores locales apuntan a que aprendió letras en la academia del “licenciado Vieras”. Estaba en la actual Plaza de la Magdalena. Del mismo modo, pudo instruirse en el colegio de Santa Catalina de la Compañía de Jesús hasta 1563, cuando la familia se traslada a Sevilla antes de regresar a Madrid.

La Posada del Potro o la cárcel de Castro del Río

Pero en la extensa obra de Cervantes también se vislumbran referencias directas a la vida, lugares y personajes de la Córdoba de la época.

“Cervantes habla de los caballos cordobeses”. Son las caballerizas más antiguas de Europa. Se construyen en 1570. “Cita a ilustres cordobeses” como el Gran Capitán, Luis de Góngora o el poeta Juan Rufo. Este nace el mismo año que Cervantes y es autor de ‘La Austríada’. Se trata de uno de los libros “que se libran de la quema que hacen el cura y el barbero en los primeros capítulos de El Quijote”. De este modo lo recuerda García Parody.

No es difícil para los románticos del Siglo de Oro imaginar a unos adolescentes Miguel de Cervantes y Rufo, hijos del cirujano y el tintorero del barrio gremial formado alrededor de la Plaza del Potro de Córdoba. y al mismo tiempo compartir andanzas de camino a la posada. Se trata de una “aduana de desengaño, que se decía en su época, y donde convivían viajeros y toda clase de personas”. Pasaban por Córdoba en su tránsito hacia Sevilla.

Pero la provincia de Córdoba también guarda una “estrecha relación” con Cervantes. Las huellas cervantinas se pueden seguir en Espejo, Montilla, La Rambla, Aguilar, Monturque, Cabra o Santaella. Pero quizás el vínculo más significativo se encuentra en la localidad de Castro del Río.

Allí, el considerado príncipe de las letras españolas estuvo encarcelado en 1592. Fue por problemas contables mientras recaudaba alimento para la “Armada Invencible”. Cervantistas como el británico Geoffrey Stagg o el propio Canavaggio ubicaban la prisión como el lugar donde Cervantes imaginó y esbozó ‘El Quijote’.

BD/MJO





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