La fotografía de Sayuri Loza, tomada por Armando Urioste, replica al cuadro La maja desnuda, del pintor español Francisco Goya, y también es la modelo para la foto de La maja vestida, del mismo pintor.
Brújula Digital |19|09|23|
La historiadora, comunicadora, diseñadora de ropa y columnista Sayuri Loza acaba de posar desnuda para una muestra artística en la ciudad de La Paz, llamada Apthapi en el ch’iji. Consultada por Brújula Digital al respecto, dijo que ella no necesita la aprobación de la gente para tomar sus decisiones.
La fotografía de Sayuri Loza, tomada por Armando Urioste, replica al cuadro La maja desnuda, del pintor español Francisco Goya, y también es la modelo para la foto de La maja vestida, del mismo pintor.
La exhibición, que se presenta en el MUSEF de La Paz, hace una recreación en fotografía, con modelos bolivianos y motivos locales, de cuadros de importancia universal.
La foto de Sayuri es la más polémica considerando que implica un desnudo total, algo inusual para el país.
“A mí la verdad es que me gustó mucho trabajar con el grupo de responsables de esta muestra, todo ha sido muy profesional, se han cuidado los detalles y el interés de los organizadores ha sido establecer una obra artística muy adecuada”, agregó Loza. "En todo caso, no necesito la aprobación de la gente para hacer lo que deseo", dijo.
La exhibición ha sido organizada por el fotógrafo Urioste, la periodista Isabel Mercado, el escritor Jorge Patiño y el investigador Armando Godínez.
Loza dijo que siendo ella historiadora del arte y habiendo estudiado historia fue importante haber participado de esta muestra.
“Me llamó Agustín Echalar, que es un buen amigo, y me propuso hacer la foto. Yo acepté porque de inmediato me pareció una buena idea”, dijo. Agregó que “se siente muy cómoda con su cuerpo” y que por lo tanto no tiene problema en exhibirlo.
Ella es historiadora del arte y la cultura asiáticos por la Ibaraki Women's Junior College de Japón, y además es artesana, intérprete de idiomas inglés, japonés, aymara y latín y presentadora de radio y televisión.
Pero es también bailarina de danza árabe y cinta negra en artes marciales. “Entonces yo trabajo muy en contacto con mi cuerpo. He sido modelo por bastantes años. Primero en Japón, cuando empecé a los 19 años. Y luego volví a Bolivia, trabajé en algunas pasarelas por varios años. Y un hobby personal ha sido siempre hacer fotografía de composición”, expresó.
Dijo que en el pasado ya fue modelo de fotografías desnudas o vistiendo lencería. “Mis fotos de ese tipo tienen hasta 2.000 ‘likes’ en el Facebook, pero mis artículos a veces no llegan a 100”, dijo Sayuri entre risas. “Creo que es el morbo de la gente”. Sayuri es columnista de Brújula Digital.
Contó que su novio la apoya en estas iniciativas y que su madre, en su momento, también lo hizo. Sayuri es hija de dos connotados personajes paceños, Remedios Loza, que fue la primera diputada de pollera del país, y el comunicador y excandidato presidencial Carlos Palenque.
“Mi madre me respaldaba siempre en este tema, porque ella también ha sido diseñadora. Ella hacía mantas, claro, de otra manera. Y le gustaba que yo fuera vanguardista, porque ella también lo fue. Por ejemplo ella se maquillaba. En esos años, una chola maquillada era muy mal vista. De hecho, el famoso costumbrista Antonio Paredes Candia la criticó mucho por eso”, expresó. Así que Sayuri dice que sigue los pasos de su madre en cuanto a desafiar los límites que impone la sociedad.
Apthapi en el ch’iji
Almuerzo sobre la hierba, del francés Edouard Manet, el famoso pintor impresionista, fue el génesis del folleto y la muestra de 24 fotografías inaugurada esta semana en MUSEF. Ha sido traducido al aymarañol como “Apthapi en el ch’iji”.
Las fotografías capturan la conversión de cuadros icónicos en escenas bolivianas. “La palabra conversión es aquí la clave del sentido del ejercicio que llevaron a cabo los autores del libro; ya que en esta transformación se ha buscado traducir y recrear las imágenes de esos cuadros en imágenes bolivianas que, respetando la composición del cuadro original, contuvieran un sentido alegórico propio de nuestra cultura”, dijo Patiño en un reciente artículo.
Se han hecho muchos ejercicios similares de conversión de cuadros en fotografías y el lector que no los conoce puede encontrarlos en internet.
“Lo que hace que este libro que comento sea especial para Bolivia es que en esa captura fotográfica se ha introducido como elemento esencial lo boliviano en una o varias dimensiones: símbolos, objetos, personajes y espacios”, añadió Patiño.
Lo que el lector podrá apreciar en esas fotos es no solo la inteligencia y el tacto en esa conversión, sino la maestría técnica del fotógrafo, Armando Urioste, en cine y fotografía. El aspecto cinematográfico es importante por el elemento de puesta en escena de cada foto, en el que ha contribuido la experiencia de José Bozo.
Los cuadros usados como punto de partida para las conversiones son, entre otros, el ya mencionado Almuerzo sobre la hierba, de Manet, Los amantes, de Magritte, las Majas vestida y desnuda, de Goya, la Vendedora de flores, de Diego Rivera, Los jugadores de cartas, de Caravaggio, Gótico americano, de Grant Wood, Inocencio X, de Velázquez, y un autorretrato de Rembrandt.
Quienes han financiado y promovido el trabajo son las empresas BISA Seguros, Solidar Suiza, el MUSEF y la Fundación Cultural de BCB.
Por su parte, Urioste señaló a la agencia EFE que, además de hacer de la fotografía un arte, otro objetivo era mostrar la “nación plural de distintos” que es Bolivia, en medio de la marcada división interna en un país donde en los últimos años ha habido “un desconocimiento del mestizaje y de los aportes culturales de los otros grupos humanos”.
BD/RPU
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