Hombre Lobo por la noche, es el título del último producto estrenado por el servicio de Streaming de Disney, con ocasión de la fiesta de Hallowee.
Gael García interpreta al hombre lobo de Marvel. Foto: 20minutos
Rodrigo Ayala / Brújula Digital |16|10|22|
Tres Tristes Críticos
Hombre Lobo por la noche, es el título del último producto estrenado por el servicio de Streaming de Disney, con ocasión de la fiesta de Halloween. Una de las primeras interrogantes que me genera el hecho, es la de saber si la cinta será distribuida con profusión en las tiendas de video, teniendo en cuenta que no se trata ni de un largometraje, ni de una serie de televisión, sino más bien de un mediometraje de cincuenta y cuatro minutos.
En todo caso me da la impresión de que se trata de un globo de ensayo que apunta a varias direcciones. Primero llama la atención el metraje. Las grandes producciones de blockbuster para cine nos han acostumbrado a duraciones que sobrepasan las dos horas, la razón es simple: necesitan justificar sus enormes presupuestos en productos gigantescos. Por otra parte, una de las mayores quejas de los espectadores en los últimos tiempos, es la del alargue artificial de la mayor parte de las series de televisión Y sin embargo ambas acciones parecen contradictorias con la tendencia imperante en las redes; la de productos cada vez más cortos, acordes a un público que tiene cada vez menos practica de concentración por periodos largos. ¿Estaremos asistiendo al inicio de un nuevo formato de exhibición masiva?, ¿la del mediometraje unitario? Solo el tiempo y los estudios de marketing nos lo dirán.
Pero Hombre Lobo por la noche también se introduce en otro terreno relativamente nuevo para la Marvel – Disney de los últimos años: el del “cine de monstruos”. Si bien, entendemos que en estos personajes universales no existen propietarios, lo cierto es que determinadas productoras se han caracterizado por determinado tipo de productos. Si hablamos de los “monstruos” clásicos (Hombre Lobo, Frankenstein, Hombre Invisible, etc.) de Hollywood, inmediatamente pensaremos en la Universal, que los desarrolló en los cuarenta del anterior siglo, pero que recientemente ha intentado lanzarlos nuevamente, aunque sin mucho éxito, a pesar de que en su última “Momia” (2017) tuvo como actor protagónico al mismo Tom Cruise. Es posible entonces que con el pretexto de que estos personajes tienen sus propias tiras de comics (existen comics de todo lo vendible en el mundo del entretenimiento), Marvel este tentando un nuevo ámbito temático, dado el agotamiento de su ciclo de superhéroes tradicionales (del que la última producción Thor; Amor y Trueno de 2022, es un ejemplo insufrible).
De Hombre Lobo por la noche, se puede decir que es una producción presupuestariamente modesta (esta toda rodada en estudio, en dos o tres locaciones), pero narrativamente sólida, merced a una historia simple, bien estructurada, aunque de ambiciones también modestas. Sin duda su mayor atractivo reside en la cuidado ejercicio estilístico hecho por el director Michaell Giacchino (cineasta primerizo, pero compositor musical de gran experiencia y alto renombre), que recrea usando el blanco y negro con muy buen gusto, el estilo gótico – expresionista de las cintas clásicas de la Universal.
Un famoso cazador de hombres lobo muere y para legar una poderosa arma que tiene en su poder, instruye una competencia entre varios otros que quieren ocupar su lugar. Para ello libera un monstruo que tiene prisionero, y para enturbiar la competencia, llevada adelante por su viuda, una mujer extremadamente cruel, retorna su hija (hijastra enemistada con la viuda), a reclamar los derechos de herencia que le fueron negados.
En la película se presentan varios de los personajes arquetípicos de este mundo: el monstruo horrible pero simpático, el hombre lobo misterioso, la cazadora intrépida, la bruja mala, etc.
Como ocurre en los mejores ejemplos de este tipo de productos, hay la intención de recuperar lo clásico, pero remozándolo, para alcanzar el gusto de las nuevas generaciones. Es el caso por ejemplo del uso del gore (inusual en una cinta presentada en el canal Disney), aunque en una versión moderada; de esa manera asistimos a hachas que hunden en cabezas, aunque sin demasiada profusión de sangre, brazos arrancados si mucho estruendo, etc. De tal manera que también estemos asistiendo al desarrollo de una suerte de nuevo estilo de “gore light”, creado especialmente para públicos infantiles.
Claramente Hombre Lobo por la noche no es una obra maestra, pero puede ser disfrutable para cinéfilos aficionados a este tipo de cine.
Rodrigo Ayala Bluske es crítico de cine y columnista