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Cultura | 27/02/2022   06:05

Cuatro apuntes sobre misa de media noche

Por Rodrigo Ayala Bluske / Tres Tristes Críticos 

La pregunta clave en este caso (como en el cualquier otro producto audiovisual por supuesto) es, ¿vale la pena gastar nuestro tiempo viendo Misa de Media Noche? Lo que pasa es que en este caso la respuesta no es sencilla.  Con el riesgo de caer en el esquematismo, podríamos ensayar la siguiente respuesta: Si usted quiere ver un producto inusual, que recurre a diversas vertientes temáticas, que en ocasiones no parece tener claro el horizonte narrativo al que se dirige, pero en el que hay una construcción esmerada del ambiente y de los personajes, si vale la pena.  Es un trabajo en el que en ocasiones la línea que separa lo ridículo y lo cansador, de lo virtuoso es realmente endeble.  Sin embargo, esas características lo diferencian del conjunto de productos que actualmente ofrece el género. Por el contrario, si usted no quiere aventurarse a explorar algo nuevo y busca simplemente opciones que repitan los esquemas y formulas usados en el cine de terror cotidiano, perderá el tiempo al visionar esta producción de Netflix. Claramente nosotros nos decidimos por la primera opción y en base su visionado, ensayamos una lectura de la misma en base a los siguientes apuntes:

1.  Misa de Medianoche, tiene diversas virtudes y una de ellas es que, a lo largo de sus siete episodios, no deja de sorprendernos a cada momento. Las “sorpresas” a las que recurre, sin embargo, no son las usuales en el cine de terror (cuchilladas repentinas, aparición de monstruos en “momentos clave”). Más bien se trata de giros que de manera pausada se van dando a lo largo de la trama: por ello es que, en realidad hasta el cuarto o quinto capítulo, no sabemos bien de qué trata exactamente la trama: ¿es una historia de expiación de culpas?, ¿una denuncia respecto a la manipulación de los fanatismos religiosos?, ¿un espacio de reencuentro de “almas atormentadas” ?, ¿una historia de vampiros de nuevo cuño? En este trajín, uno de los recursos que utiliza con mayor éxito el creador de la serie Mike Flanagan es el del cambio de protagonista a lo largo de la historia. Es un recurso, que popularizo con enorme éxito Hitchcock en la recordada Psicosis (1960).

2.  Probablemente la mayor queja que los usuarios pueden hacer a la serie es la de su excesiva “lentitud”. Es verdad, se trata de un trabajo de desarrollo excesivamente pausado, pero que a juicio de quien escribe estas líneas está justificado. Observar la descripción de los personajes y la construcción del ambiente en “Misa…” se asemeja a la degustación de algún “delicatesen” utilizando la jerga culinaria; en ello Flanagan muestra maestría y buen gusto. El verdadero problema se da en la larga duración, que hacia la mitad de la serie adquieren algunos diálogos; se trata de disquisiciones sobre temas que le interesan al director y si el espectador no logra engancharse a ellos, seguramente le parecerán interminables. El mejor ejemplo es el de la descripción de lo que podría ser la muerte, que realizan dos de los personajes; uno de ellos imaginándola desde el un punto de vista físico (la visión de un ateo) y el otro desde un punto de vista religioso.

3.  Si quisiéramos buscar alguna intención trascendental a la serie ( no es seguro que la tenga) podríamos pensar en que se trata de una reflexión acerca del rostro formal que puede adquirir el mal en estos tiempos y la manera en que los individuos de “a pie” se subordinan a él. Una seguidilla de “milagros” convencen a una comunidad, de que hay una presencia “divina” en la misma, y a partir de esa percepción la mayor parte de sus miembros se ve arrastrado a cometer acciones abominables, sin manifestar ninguna duda. En esta época de antivacunas, terraplanistas, Trumps, Bolsonaros y otros, existe la tentación de tomar a “Misa de Medianoche” como una alegoría política, aunque es posible que dicha especulación no sea más que una expresión de deseos de este cronista. En todo caso, uno de los personajes mejor construidos de la serie, es el de la mujer, que justifica su necesidad de ser el centro de atención y ejercitar poder con la interpretación abusiva de las enseñanzas bíblicas (mecanismo que con certeza se aplica en la inmensa mayoría de líderes fundamentalistas).

4.  Flanagan el creador de la miniserie no es un novato en el género; ha dirigido varias cintas tales como Absentia (2011) y la más reciente Doctor sueño (2019). Sin embargo, uno de sus mayores éxitos lo ha encontrado en la producción televisiva The Hauting of Hill House. En esa trayectoria puede pensarse que Misa de Media Noche, constituye un producto que explora nuevos caminos para un género que, en la mayor parte de sus formas actuales, muestra un enorme cansancio. El tiempo nos revelará si esta presunción es cierta. 

Rodrigo Ayala es cineasta y ensayista 





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