Daniel Montes, director boliviano formado en Europa, asume el reto de transformar la Orquesta Sinfónica Nacional con una visión inclusiva, pedagógica y social, en un año clave marcado por el 80 aniversario de la OSN y el Bicentenario de Bolivia.
Brújula Digital|31|05|2025|
La Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) abre una nueva etapa con la llegada de un director, Daniel Montes. Nacido en Bolivia, pero formado y consolidado en Europa, el maestro asume la dirección con una visión: “democratizar la música, integrar el arte y llevar la sinfónica a cada rincón del país”.
“Sí, soy boliviano, pero son casi 30 años que vivo fuera del país”, comenta con serenidad Montes, cuya carrera lo llevó a graduarse como director de orquesta y coro en el prestigioso Conservatorio Santa Cecilia de Roma. También perfeccionó su formación coral en Letonia, acumulando una vasta experiencia con orquestas infantiles, juveniles y profesionales. Esa trayectoria es ahora el cimiento para impulsar una nueva era sinfónica en Bolivia.
Música como derecho, no como lujo
En la entrevista con Brújula Digital, el director resaltó que la música debe dejar de ser privilegio de unos pocos. “La música no es un lujo. La música es un derecho”, enfatiza. Por eso, su propuesta no se limita al escenario del teatro. Aspira a construir una Orquesta Sinfónica más cercana, integrada con la sociedad, pedagógica y diversa.
“Realmente a mí me encantaría la creación de orquestas infantiles, de orquestas juveniles, de la mano con la gran institución Sinfónica Nacional”, explica. Y refuerza su mensaje con una frase: “La música no puede ser de pocos para pocos, la música tiene que ser de muchos para muchos”.
Este 2025 es especial para la OSN porque celebrará su 80 aniversario y, en paralelo, el Bicentenario de Bolivia. Para el maestro, asumir este reto en un momento tan simbólico es un honor: “A mí solamente me llena de muchísimo orgullo y muchísima honra. Porque yo creo que es un momento muy importante, el mensaje que se va a querer dar a todo nuestro país: que nosotros somos todos bolivianos y que la cultura es muy importante”.
La comunidad como clave
Una de las primeras impresiones del nuevo titular de la OSN al asumir el cargo fue el nivel humano y técnico del equipo: “Estoy sumamente feliz y contento, en primer lugar, por el factor humano que tiene la Orquesta Sinfónica Nacional. Es un equipo fantástico, son grandes docentes, grandes maestros”.
Para él, la orquesta es reflejo de comunidad, un ejercicio de cooperación y responsabilidad colectiva: “Tocar en una orquesta, cantar en un coro, es el reflejo de la comunidad. Si uno hace algo bueno, es bueno para todos. Si hace algo malo, es malo para todos”.
El director no desconoce los obstáculos. Reconoce que la cultura no siempre es prioridad en las agendas estatales y que la falta de recursos es una constante. Sin embargo, apuesta por una estrategia basada en la articulación interinstitucional: “La clave del éxito es la unión de instituciones. Eso nos puede llevar realmente a puntos sumamente positivos, no solo para cada uno individualmente, sino colectivos y para el país”.
Además, señala la necesidad de “reinventarse” y encontrar formas creativas de hacer que la música siga viva y accesible: “Aunque no habrá factores económicos, entendemos perfectamente eso, nosotros tenemos que buscar estrategias”.
Música como herramienta de transformación social
El proyecto de Montes trasciende lo artístico. Se trata de un compromiso educativo y social. “Es mejor pensar que un niño quisiera tener el día de mañana, gracias a la inspiración de conocer la Sinfónica, un violín, que en vez de querer tener un arma, aunque sea de juguete, esa sea su arma en la vida”, expresa con convicción.
La música es, en su visión, el medio; el fin, el ser humano: “La música es únicamente el medio, el fin es el ser humano, es la persona”.
También apuesta por un enfoque integrador del arte, con colaboraciones entre disciplinas: “Nos encantaría poder tener vinculaciones con pintores, hacer muestras donde va a haber pintura, escultura, música, arte, teatro, danza, cine. Queremos unir todas esas artes… Que en otros países digan: ‘Mira lo que están haciendo en Bolivia’. Ese es un poco nuestro sueño en este periodo”.
El 10 de mayo, la OSN se presentó junto al Ballet Folklórico de La Paz (Bafo Paz) en el Parque de las Culturas y de la Madre Tierra. “Será realmente una fiesta, será algo con nuestros ritmos tradicionales, nacionales. Y bueno, será un espectáculo de primer nivel”, comentó el director.
Además, el 20 y 22 de mayo, la orquesta presentó la Novena Sinfonía de Beethoven en castellano, en el Teatro Kuu Inti. “El 2024 fue el estreno mundial de la Novena de Beethoven en español, en España, y esta vez lo vamos a replicar”, explica sobre esta versión adaptada en colaboración con la Escuela Cantorum y dos coros nacionales.
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