Brújula Digital|12|01|25|
Susana Bejarano | Tres Tristes Críticos |
La nueva película de Yorgos Lanthimos, “Tipos de Gentileza”, es, en palabras de este reconocido director, “un filme experimental”. Al igual que sus demás propuestas, es una película poco convencional, de múltiples interpretaciones... provocadora.
La película está dividida en tres cortes, los tres protagonizados por los mismos actores: Emma Stone, Jesse Plemons, Willem Dafoe y Sarah Margaret Qualley. Sobre lo que ellos aportan no hay reclamos. Seguramente hacer un solo filme con tres historias distintas, en las cuales deben encarnar a personajes también distintos, ha sido una prueba para ellos, que estuvieron a la altura.
Las historias
La primera historia lleva como título “La muerte de R.M.F”. Trata de un empleado de nombre Robert Fletcher (Plemons), cuya vida gira en torno a la obediencia a su jefe, un empresario poderoso, llamado Raymond (Dafoe). Este le facilita a Robert el automóvil último modelo, la casa de lujo, todas las comodidades, con un único requisito: que obedezca todos sus deseos, que incluyen decidir con quién debe casarse Robert, si debe o no tener hijos, si debe bajar de peso, si debe tener sexo, cuándo, etc. Finalmente, Fletcher no admite un pedido vinculado con R.M.F (Stefankos) y entonces es despedido y reemplazado por Rita (Stone). Robert queda libre, pero no quiere serlo; hace todo para volver a depender física, emocional y económicamente de Raymond.
El segundo corte se llama “R.M.F. está volando”. En esta ocasión Plemons hace de un policía de nombre Daniel, que desarrolla una enfermedad mental cuando su esposa Liz (Stone), bióloga marina desaparecida en el mar, es rescatada por R.M.F (Stefankos). Daniel comienza a creer que la que había vuelto no era su esposa. Liz, que está embarazada y es maltratada sistemáticamente por Daniel, accede a cumplir todos los deseos de su esposo con el fin de convencerlo de que sí es ella.
La tercera y última parte se llama “R.M.F. come un sándwich”. En ella Andrew (Plemons) y Emily (Stone), que acaba de abandonar a su marido y su hija pequeña, son parte de una secta de prácticas espirituales y sexuales. El culto está al mando de Omi (Dafoe) y Aka (Hong Chau). Las exigencias a sus miembros incluyen el deber de tomar las lágrimas de sus líderes y mantener sexo solamente con ellos. Para convertirse en líderes, Andrew y Emily deben encontrar a una persona con una habilidad sobrehumana, para que sea a través de ella que se cumpla el objetivo ordenado por Omi. Emily comete un error que significa que la echen del culto. Ella no quiere irse, claro. Su dependencia de Omi y Aka serán lo suficientemente fuertes para que haga todo lo que esté en sus manos para volver a someterse al yugo. Debe cumplir una misión vinculada a R.M.F. (Stefankos).
Así es “Tipos de Gentileza”. Aparentemente, el hilo conductor es la aparición de los mismos actores y la presencia casi invisible de R.M.F. en todas las piezas. Pero, más profundamente, lo que une a la película en una sola es una pregunta que se repite: ¿Hasta dónde se puede llegar para ser aceptado?
Cada historia tiene alguien que instruye: un empresario en la primera, un policía en la segunda y un guía espiritual en la tercera. Todos estos personajes ejercen una autoridad desproporcionada y abusiva sobre otros. Lo llamativo es lo que estos, sus víctimas, son capaces de hacer para conservar la relación con sus mentores/abusadores.
Con escenas que rayan en el absurdo, Lanthimos muestra la capacidad de los seres humanos para sobrepasar sus propios límites y también los impuestos por la sociedad, todo solo para pertenecer, para sentirse reconocidos, valorados, amados. Hay escenas que también retratan la crueldad que está implícita en el poder. ¿Cuán crueles podemos llegar a ser sobre quienes se subordinan a nosotros?
No pude dejar comparar el tema de la película con la política nacional. Se me vino a la mente la crueldad de los líderes políticos con sus seguidores; los sacrificios que les exigen a estos; las facturas que les cobran cuando actúan por su cuenta; el alto precio que se obliga a pagar a quien tiene ideas propias. Y también lo que estos son capaces de hacer para estar cerca del caudillo, de la persona importante, rica, de la llave del grupo social.
El “llunkerio” (la adulación) es una de las formas de la política nacional. En esa vena, cuántos límites se sobrepasan para estar/pertenecer. Muchos. Demasiados. Humillantes. Pero necesarios para ser parte de las sectas políticas en las que se convierten los insalubres entornos de los caudillos.
Yorgos Lanthimos nos presenta otra película disruptiva, aunque sin la factura de su reciente “Poor things” y menos aún de “La Favorita” (que se me antoja la mejor de este director). “Tipos de gentileza” es una película de antología, pero no es para todos, no se trata de un filme para ir a comer pipocas y llenar una tarde aburrida. Es una película larga, extraña, de actuaciones fenomenales y creo que tiene el propósito del viejo cine: dejarte cavilando por horas sobre lo que acabas de ver.
Está en la plataforma Disney +.