Aumenta pedido de anulación de las primarias, el MAS las quiere usar para afianzar su campaña

Raúl Peñaranda U. (Análisis)

Brújula Digital |30|11|18

Dirigentes políticos, periodistas y candidatos a la presidencia exigieron que las elecciones primarias del 27 de enero próximo sean anuladas considerando que los nueve binomios inscritos en los partidos son únicos, es decir que no había competencia.

Para ello se necesita que la bancada del MAS, que controla dos tercios de los votos en el Congreso, apruebe una ley cancelando esos comicios.

El presidente Evo Morales ha insistido en que quiere dar una “paliza” a la oposición el día de las primarias, es decir demostrar, con largas filas de masistas votando, que su apoyo es superior al de los otros candidatos.

El deseo de Morales es que el TSE informe que los votantes en las primarias del MAS alcanzaron a una cifra diez o más veces superior al de los otros partidos. El Gobierno ve en ello la oportunidad de afianzar su campaña electoral, tras meses de problemas y de caída de su popularidad.

Por ello es improbable que el Parlamento acepte el pedido de cancelarlas, aunque el costo político de mantenerlas es muy alto. Han vuelto a surgir en las redes sociales las críticas habituales referidas al estado de la salud y que el Gobierno gastará casi 27 millones de bolivianos en la organización de unas primarias absolutamente inútiles, excepto ayudar al MAS a dar la impresión de que tiene respaldo popular.

Las primarias, a realizarse el 27 de enero de 2019, tienen sentido si es que implica una competencia entre dos o más precandidatos para establecer quién tiene más apoyo. En este caso, como cada fuerza política solo presentó un binomio, las elecciones internas no tienen sentido.

El MAS impulsa esas primarias para demostrar que tiene más militantes que el resto y convertir ese día en un momento de supuesto respaldo electoral. El Estado gastará 26,9 millones de bolivianos en las elecciones internas del 27 de enero de 2019.  

El expresidente Carlos Mesa envió un mensaje de Twitter que decía “¿Primarias? No hay competencia interna. El padrón no es creíble. Es una dilapidación de dinero. En estas condiciones esas ‘elecciones’ no tienen ningún sentido. No se deberían realizar”. 

Junto con él, decenas de analistas políticos, periodistas y dirigentes políticos criticaron que se realicen unas primarias que fueron calificadas como “inútiles”, “innecesarias” y “ridículas”.