Gobierno autoriza uso de semilla de soya transgénica mejorada para producción única de biodiésel

Brújula Digital|18|03|19|

El Gobierno autorizó el lunes a los agroindustriales cruceños el uso de semilla de soya transgénica mejorada para la producción únicamente de biodiésel, durante una reunión sostenida con la directiva de los productores de granos, en instalaciones del Aeropuerto Viru Viru.

“Primero se dio un paso importante con el uso del etanol como combustible, ahora se aprobó el uso de la biotecnología en la producción de soya, con el único fin que sea de uso exclusivo para la preparación del nuevo combustible verde biodiesel”, sostuvo el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, al término de la reunión, que contó con la presencia del presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera, algunos ministros de Estado y ejecutivos del sector agroindustrial cruceño.

Esta decisión asumida por el Ejecutivo, de acuerdo con la especialista en agrobiotecnología del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Cecilia González, significa que se autorizó el uso de la semilla HB4, tolerante a la sequía, tecnología argentina de la empresa Bioceres. En declaraciones a Brújula Digital, explicó que la semilla que actualmente se usa en norte y este cruceños es la RR-40-3-2, resistente a glifosato.

El ministro Sánchez afirmó que "necesitamos para el biocombustible 100 millones de litros de aceite vegetal, para lo cual es necesario el incremento de 250.000 hectáreas (de cultivo de soya). El biodiésel permitirá bajar costos, bajar importación, bajar subvención al diésel y aumentar la producción de este combustible”.

La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Cámara de Industria y Comercio de Santa Cruz (CAINCO), la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas (ANAPO), las Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz y la Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos Productores Agropecuarios de las cuatro provincias del norte de Santa Cruz emitieron un voto resolutivo el jueves (14) para exigir al Gobierno asumir “una decisión política inmediata para la homologación de eventos biotecnológicos en soya, la aprobación de semillas genéticamente mejoradas para maíz, algodón y caña”.

Sánchez explicó que este paso se dio en el marco de la Ley de Aditivos de Origen Vegetal, que apuesta por la producción de biocombustibles como fue el uso del etanol como combustible. Inicialmente, continuó, se requerirá mayor producción de soya y cultivar 250.000 hectáreas más de ese grano para la producción de 100 millones de litros de biodiésel.

Anunció que a partir de la fecha se trabajará en el marco normativo a través de la elaboración de un decreto supremo que regule la actividad, que entrará en vigencia en las próximas semanas.

Según Sánchez, en la actualidad existe una superficie cultivada de 1,3 millones de hectáreas de soya, con un potencial de procesamiento de cuatro millones de hectáreas.

Agregó que las condiciones para los productores serán favorables, con un mejor precio de exportación e incentivo a la producción nuevos cultivos de soya, para lo cual se va a autorizar el uso de la biotecnología.

El ministro de Hidrocarburos afirmó que para todo el desarrollo del proyecto de biodiésel se estima una inversión de más de 2.000 millones de dólares para la infraestructura agrícola, industrias, maquinaria, entre otros.

Agregó que el Gobierno trabaja para lograr en el corto plazo la firma de un contrato de provisión de biodiésel con el empresariado privado. Indicó que la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) realizará todas las adecuaciones de logística y almacenamiento que se requieran.

Explicó que el marco legal e inversión será responsabilidad de los sectores público y privado y sus organizaciones como la CAO, la CAINCO, la ANAPO, las Federación de Empresarios Privados y otros sectores afines a esa industria.